La importancia del liderazgo

01/10/2018
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Cada día es más evidente que los líderes cumplen un rol fundamental en las diversas actividades humanas. Un buen líder o lideresa hace la diferencia en la conducción de un país, de una institución, de un grupo social y claro, de organizaciones internacionales.

 

¿Pero que podemos entender por un líder? Es aquella persona con capacidad de definir líneas estratégicas hacia dónde debe orientarse una organización, pero igualmente quién es capaz de utilizar adecuadamente las capacidades y potenciales de que dispone el colectivo social, permitiendo que la capacidad colectiva se oriente a cumplir los grandes objetivos que se pretenden conseguir. Un líder no es simplemente el que aparece con frecuencia en la foto, sino quien es capaz de dejar huella de su paso por la organización o institución.

 

Por supuesto tenemos distintos tipos de liderazgos. Desde el líder autoritario que algo busca imponer su punto de vista siempre y a cualquier precio, convencido que solamente él tiene la razón; eso no significa que en ocasiones un buen líder tenga que estar, transitoriamente, contra corriente de la mayoría de su organización. Está el líder conciliador, quien busca que las decisiones estratégicas y operativas reflejen grandes consensos sociales; puede lograr amplia legitimidad y potenciar las capacidades de una organización, pero también puede tener el riesgo de quedar paralizado en la búsqueda de consensos. Existe otro tipo de líder que podríamos denominar como el manipulador, que puede usar adecuadamente muchas de las ideas de miembros de su organización, pero posteriormente solo aparece reivindicando los éxitos y atribuyendo las dificultades o fracasos a sus colegas. También está el líder que deriva su ascendiente de la autoridad que le reconocen sus colegas, relacionados y seguidores, derivada del buen juicio y sabiduría con que toma sus decisiones.

 

En fin, podríamos seguir mencionando tipos de liderazgo posibles, pero lo fundamental del líder es que una vez definidos los derroteros del actuar, tiene la capacidad de convencer a los miembros de su organización de la validez e importancia de los mismos, mantiene siempre el rumbo, pero al tiempo es capaz de hacer los ajustes que las circunstancias requieran y es quien permite que las ideas y potencialidades de los miembros de su institución se tomen en cuenta , se incorporen y reconozcan, dándole así el carácter de decisión colectiva a los lineamientos a alcanzar.

 

Por supuesto, en diferentes instituciones el perfil del líder o lideresa tiene matices. No es igual un buen líder para una institución militar, que para una institución académica o para otra de tipo empresarial. A nivel nacional, en la dirección de un país o de una sociedad igualmente los perfiles de los líderes cambian y tiene que ver lo anterior con las preferencias de los ciudadanos que en las democracias liberales eligen periódicamente sus líderes y en ello influye, además de sus orientaciones políticas, la capacidad que muestren para afrontar los problemas y dificultades y el talante para lograr que los dirigidos tengan confianza en su dirección y en las políticas que se plantea. Líderes como Churchill en Inglaterra, Charles de Gaulle en Francia, Nelson Mandela en Sudáfrica, muestran esos diversos tipos de liderazgo que dejan huella en la conducción de una sociedad.

 

Parte del desafío que tenemos hoy día los colombianos es lograr que nuestros gobernantes y responsables de las instituciones, logren desarrollarse como buenos líderes o lideresas.

 

Alejo Vargas Velásquez

Profesor Universidad Nacional

 

https://www.alainet.org/es/articulo/195624
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