Golpe financiero de estado por “corrida” cambiaria y financiera

Crisis de gobierno en Argentina - crisis del Macrismo

19/07/2018
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Foto: elcomodorense.net
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Se usan demasiadas palabras solo para armar “cortinas de humo” que desvíen la atención hacia problemas secundarios y para que impidan observar, y no quede expuesto, el problema principal que lleva a ver claramente que el gobierno nacional de Argentina se encuentra en medio de una Crisis Estructural de Gobierno. Una crisis estructural que es también mundial, pero que en Argentina se manifiesta con características que son propias, específicas y singulares de la Argentina y de los intereses que ocupan una posición determinada en el gobierno/administración política de Argentina.

 

Las características de la crisis estructural argentina son: una crisis por corrida cambiaria (contra el tipo de cambio), por corrida financiera con salida/fuga de capitales, una crisis económica por el peso del juego especulativo financiero en la “Timba” de Lebacs que deja sin dinero, crédito y mercado interno/consumo a las actividades productivas industriales con base en el trabajo; pero si favorece a las que se concentran solo en las actividades de base renta monopólica u oligopólica: petróleo, gas, minería, soja; también las tarifas de servicios de gas, electricidad, combustibles, agua, telefonía, etc.

 

Empresas históricamente desarrolladas en Argentina por el capital social del Estado y por lo tanto, sin inversiones del capital financiero, que se lo apropió como botín de guerra y saqueo luego de la derrota del proyecto nacional, industrial, popular en la llamada “guerra de Malvinas” en 1982 e impuesta en los tratados/´acuerdos´ de rendición de 1991 (con Cavallo/CityGroup/HSBC ya como superministro de economía y Roque Fernández/JPMorgan como presidente del BCRA) por el capital financiero transnacional anglo-americano que conllevaban a la entrega de las empresas estratégicas del Estado y a “privatizar-transnacionalizar”(entregar a las Empresas Transnacionales) las áreas estratégicas de la administración pública nacional. Proceso en el cual tuvieron participación protagónica también los ggeell (grupos económicos locales ) todos contra los “capitanes de la industria”.

 

Esta crisis mediante el uso de instrumentos de política monetaria, con corridas cambiarias y financieras son propias de las capacidades del poder financiero, que las implementa el poder financiero transnacional desde el unipolarismo y unilateralismo desde 1994 en el mundo, y que en Argentina se implementaron por primera vez contra el Gobierno de Alfonsín-Menem de 1987-a-1991-2001, induciendo la hiperinflación por corridas de precios de los productos y del precio del dólar, induciendo los saqueos y asesinatos en las barrios del conurbano. Licuando las capacidades políticas y el poder de gobernar hasta imponer y realizarlo a partir de sus cuadros gerenciales/funcionarios en 1991.

 

Los actores financieros unipolares instrumentan las corridas cambiarias y las corridas financieras como modos de golpe de estado, para imponer cambios violentos de correlaciones de poder y así ampliar su monopolio sobre las áreas de gobierno. Un monopolio de áreas e instrumentos que NO guardan relación con su participación en la vía política democrática electoral y SI en la vía–de-hecho, por acción directa económica-financiera, desestabilizando lo que el ámbito de la política instituyo e institucionalizando lo que la monarquía financiera, y su moderna aristocracia de CEO´s, impone en lo económico por la vía de la fuerza: como golpe económico, financiero, narco, policial, militar y siempre con todas la diferentes combinaciones posibles entre las opciones de hecho.

 

La llamada “guerra de Malvinas” en lo militar se pelea y define entre 1979-1982, y en particular entre agosto-diciembre de 1982 cuando imponen a Domingo Cavallo para llevar adelante el primer “trabajo sucio” que fue estatizar la deuda contraída por las corporaciones financieras y grupos económicos locales. Haciéndole pagar al pueblo argentino y al proyecto nacional, popular e industrial estratégico (1946-1982), los intereses de los vencedores: sus millonarias deudas y la apropiación/privatización de lo que había sido construido como capital del estado social, empresas estratégicas del estado y su administración estratégica de estado.

 

Por ello es un eufemismo decir que este es un momento de “debilidad” del gobierno argentino. La palabra para caracterizar los hechos que agudizan la situación desde el 28 de diciembre del 2017, es “crisis” por choque frontal de intereses financieros transnacionales.

 

La organización política Cambiemos (que llega al gobierno después de ser minoría electoral por acto de un ballotage donde la comunicación vía redes sociales y aplicaciones como Facebook/ WhatsApp/etc., más las “operaciones” subcontratadas a Cambrige Analítyca), en tanto bloque de fuerzas políticas que coordina y administra el Gobierno en la Argentina desde diciembre de 2015, expresando un esquema de gobierno que establece las reglas de juego con las cuales las diferentes fracciones del capital financiero hacen negocios, ha estallado por la profundidad del choque de fuerzas entre actores financieros transnacionales, que se lleva puesto a los políticos y funcionarios. Con esto queremos decir que los “cambios” de política de gobierno y de gabinete que estamos observando no son circunstanciales, ni de forma, ni cosméticos, sino estructurales pero, que a la vez son seguramente transitorias porque los motivos estructurales de la crisis persisten.

 

Interna entre esquemas de poder financiero unipolar

 

Estamos hablando de una feroz interna de esquemas de poder financiero que componen y atraviesan el gobierno desde y a partir de sus distintos ministerios, secretarías, subsecretarias. Detrás de las llamadas “fuerzas del mercado” que desencadenaron la corrida cambiaria en mayo del 2018, acompañada de fuga de capitales, existe también una disputa de proyectos estratégicos de alcance mundial, que ocupan espacios en la estructura de gobierno, que luchan para subordinar y/o conducir la política económica de gobierno y al gobierno. Esto que se observa y se cristaliza en las formas en los cambios de nombres en los ministerios y secretarias, en el fondo solo es un ´cambio´ de línea estratégica trasnacional de poder, que aparecen como cambios económico, político y de ideas/argumentos/maneras.

 

La batalla más cruda de esta disputa, se expresó cabalmente en la puja entre el Banco Central (BCRA) y la Jefatura de Gabinete, entre los intereses del globalismo financiero con centro en Londres/Wall Street por un lado (intereses que expresados por Sturzenegger y su mentor Cavallo, así como otros funcionarios de peso), y los intereses del Continentalismo norteamericano con centro en Washington por el otro (a quienes representa el principal asesor económico de Marcos Peña: Quintana/Vladimir Werning en un primer momento en las secretarias de hacienda/economía, así como lo hace con Caputo/Quirno/Cañonero y otros funcionarios en el BCRA).

 

En la mesa chica del PRO, y del poder financiero con centro en Washington, tenían un diagnóstico compartido: Macri debía, en primera instancia, bajar a Federico Sturzenegger/Cavallo del comando del Banco Central, que ofició como un presidente paralelo y no electo desde 2015, además un instrumento desde donde se impuso la política pro-globalista de gobierno (cuando todos suponían que ganaba Clinton, recordemos como Macri/Malcorra jugaron a favor de Hillary durante el 2016) desde diciembre de 2015 hasta la primera crisis de esta movida estructural. La cual empieza en mayo-septiembre de 2017, y manifiesta todas sus contradicciones en diciembre de 2017 (28D). Una crisis que parecía contenida y solucionada hasta marzo de 2018, porque al BCRA se lo subordino a la Jefatura de Gabinete (Quintana/Werning/JPMorgan), y que se reabre y profundiza con la corrida de abril-mayo del 2018 que reposiciono a Stuzenegger/Cavallo y está concluyendo (por ahora) con subordinación del BCRA a JPMorgan/Templeton/Blackrock/Washington, con Luis Caputo como presidente, Pablo Quirno como nuevo director (ambos ex JP Morgan) y a Gustavo Cañonero como vicepresidente (vinculado a Templeton).

 

Recordemos también, que fue Caputo quien negoció el ingreso de 3000 millones de dólares de parte de Franklin Templeton Investments y BlackRock. Poder-Dinero con el cual se pudieron renovar las lebacs del primer “supermartes”. Templeton, se quedó con el 75% de dichos bonos del tesoro en pesos (llamados BOTE) y es un fondo fundado en 1947 por Rupert H. Jhonson, con sede en San Mateo, California. Bajo el símbolo “BEN” en Wall Street, tiene como accionistas mayoritarios a los hermanos Charles Barlett Jhonson (19,8%), uno de los grandes financistas del partido republicano y el Tea Party, y Ruppert Jhonson Jr (19,6%).

 

Un segundo paso profundizando, son los otros dos golpes directos al ala globalista del gobierno, que son la exclusión de Francisco Cabrera (quien hizo carrera en Grupo Roberts y en el Grupo HSBC, que absorbió al Roberts cuando desembarco en Argentina en 1992 y antes operaba a través de él) del Ministerio de la Producción, y Juan José Aranguren (Shell 1979-2018, vinculada a Lloyd’s Bank y HSBC) del Ministerio de Energía, Dante Sica ingrsa como Ministro de Producción y Javier Iguacel, como ministro de Energía. Recordemos, en este punto, que la primera movida era que producción y energía perdieran rango institucional de ministerio a Secretaria y quedarán subordinadas al Superministerio de Dujovne (quien lleva la relación directa con el FMI). Esto no paso, no hay superministerio, pero si hay un súper BCRA, con “Toto” Caputo al frente.

 

Además, Minería que estaba en energía, pasa a depender el Ministerio de Producción fortaleciendo aún más ese ministerio y asociando Minería a producción y no a extracción. El nuevo ministro de Producción tiene trayectoria como director externo de Peugeot Citroën Argentina y como asesor, de la poderosa federación de Industriales de San Pablo (FIESP). La UIA hizo trascender en diferentes portales que tiene su visto bueno. Incluso Acevedo, presidente de la UIA y que viene del sector industrial-aceitero-exportador y productor de cerdos, considero: "la visión de Dante Sica es diferente a la que se estaba haciendo hasta ahora” ya que “es una persona que habla de empleo, de productividad y que pone al dólar en otro lugar”. No es para menos, es un hombre propio ya referenciado en la experiencia del “grupo de los productivos” hacia la salida de la convertibilidad de 2001. Aun así, mostraron algo de cautela por el tema de las crecientes importaciones, donde en el sector de bienes de consumo final sobre todo, los grupos locales en conjunto con las pymes, tienen intereses propios.

 

Esto nos permite hacer observable que, en la UIA históricamente existen dos grandes líneas que confrontan, el sector asociado a la producción y exportación del complejo financiero agro-alimentario comandado por las poderosas transnacionales desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios – COPAL –, organización que nuclea a Cámaras y empresas de la industria de Alimentos y Bebidas (Coca, Pepsico, Nabisco, Parmalat, Kraft, Nestle, etc.) vs los Industrialistas (Laboratorios nacionales, Textiles, Siderúrgicos, etc.). Pero aquí hay que agregar una complejidad mayor, la política del Macrismo lanzo un plan de transporte a puerto, de materias primas principalmente Soja más Maíz, Trigo, etc., con una terminal de nuevo tipo y donde el gran comprador y destino es China, no solo de argentina (3er vendedor mundial), sino EE.UU. (2do vendedor mundial y Brasil (1er vendedor mundial). Donde se plantea el cambio de esquema de transporte, de Camión a Ferrocarril, y con un ferrocarril que pasaría de concesionado a privados (AGD, Techint,…) a re-estatizado público (Socma, etc.). Este cambio del Macrismo impacta negativamente sobre AGD (Acevedo presidente UIA y actor de grupo exportadores) y Techint (principal actor de los Industrialistas) y beneficia a SOCMA.

 

En el ministerio de energía, la llegada de Iguacel significa que pierde ´dialogo´ Shell/Schlumberger y gana terreno Pluspetrol-SOCMA/Tecpetrol-Techint/ PerezCompancEnergía. En la misma línea de presidencia de la Nación, se fortalecen a los ggeell que ya son parte del Macrismo, pero que incluso empiezan a mostrar diferencias y distancias con el modelo financiero de los dos últimos años. En síntesis, más poder y margen de maniobra para los grupos económicos locales en el esquema de gobierno, con apoyos recíprocos con los industriales de San Pablo (Fiesp) y dialogo con las multinacionales de Francia–Alemania.

 

Con Aranguren/Shell sale un ´operador de negocios´ asociado directamente a la exportación sin agregar valor, fue presidente vitalicio de la poderosa de la CAC (Cámara Argentina de Comercio) y vinculado al chileno Grupo Lucksic/Shell con quien monopolizan aun el negocio de exportación de gas natural desde Argentina-a-Chile y fuertemente vinculado económicamente con el presidente Piñera/LAN/British-Airlines/HSBC. Aranguren fue quien hizo público el acuerdo secreto con Chevron/Obama que realizo la administración anterior, para poder recuperar YPF del control de Repsol/BP en dialogo con las petroleras chinas.

 

La crisis sigue abierta

 

Las condiciones de posibilidad económico-estratégicas que dan origen a ésta crisis siguen abiertas. Hablamos del sostenido incremento de las tasas de interés de la Reserva Federal, variable que hace mucho más rentable los bonos del tesoro norteamericano (Fly-to-Quality). Desde diciembre del 2016 a marzo del 2018, la tasa de referencia de la FED aumentó de 0,75% a 1,75%, respectivamente, en el marco de la política de Trump de absorber dólares de la burbuja global, para financiar su programa de reconstrucción de infraestructura y reindustrialización nacional con proteccionismo.

 

El PRO no podía no saber que esto pasaría durante la administración Trump, quien ya había hecho público su programa de gobierno y que luego llevo adelante punto por punto; pero jugaron todas sus fichas al globalismo de Clinton porque era la ´favorita´ y el mayor actor financiero global, y principalmente porque eran sus aliados centrales en el esquema electoral que gano en octubre de 2015, que luego se observó en la composición ministerial del gobierno Pro. Su jugada pro-Clinton durante la elección deja entrever muchas cosas, una de ellas es que tanto el PRO como sus aliados locales, advirtieron que este escenario dificultaría su estrategia “gradualista”, la cual tiene su talón de Aquiles en la necesidad de un continuo financiamiento externo a tasas bajas. Por otro lado, la FED ya había dejado en claro su plan de aumentos escalonados hasta llegar al 3% en 2019/20, con un nuevo aumento de tasas para junio de 2018 que cumplió llevando la misma al 2%. Se esperan dos aumentos más para el resto del año. Los últimos datos de la economía estadounidense indican mayor crecimiento, baja de desempleo y aumento de la inflación más de lo esperado. Por lo tanto, el contexto global para una nueva salida de capitales del mundo emergente hacia EEUU, sigue abierto y con mayor fuerza.

 

Esta crisis del Macrismo, que tiene un sinnúmero de movidas y golpes de estado/de palacio, entendido como acción de fuerza para torcer y producir un realineamiento en el estado de las relaciones de poder, no solo forzó al PRO a un reposicionamiento geopolítico que lo ató más que nunca a Washington (con la llegada del FMI que se suma a control del ministerio de seguridad y el de defensa), sino que redefinió la dinámica interna, zonas de influencia y toma de decisiones del ala política del gobierno.

 

Queda claro que el principal perdedor de esta batalla fue Stuzenegger pero también en la jefatura de gabinete hay golpeados (Quintana/Lopetegui/Werning). En palabras de Macri, por allá a finales de 2016 en el CCK en reunión de gabinete ampliado, cuando aseguró que “Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui son sus ojos, oídos e inteligencia”, aún mantiene sus oídos. Estas posiciones de privilegio fueron afectadas por dos razones. Primero, se amplió la mesa chica del gobierno, con el ingreso de Monzó, Ernesto Sanz y Fernando Sánchez (mano derecha de Carrió). Lo cual implica la decisión de tender puentes con el peronismo e incorporar a la UCR-CC en la toma de decisiones (es decir, jugadores cercanos a Washington/JPMorgan como lo son también la ministra de seguridad y el ministro de defensa), y, sobre todo, en bancar el ajuste profundo que seguirá a la ya anunciada “caída del gradualismo”.

 

Un ajuste que aparece como fiscal y financiero pero que apunta todos sus cañones a ¨desarticular´ a las organizaciones sindicales y la CGT; a las organizaciones sociales de la economía popular y la CTEP/CCC; a la Universidad Pública Nacional y sus espacios y organizaciones históricas de participación FUA/Federaciones regionales; a las organizaciones e instituciones de la seguridad social y de los trabajadores jubilados y pensionados; a las organizaciones de los productores rurales pequeños y su acceso a la tierra, etc. Incluso copar todas las instituciones de las fuerzas militares, de seguridad y de policía ocupando el territorio y el gobierno porque, su desventaja geoestratégica en el plano global y universal trata de compensarla con esta necesidad urgente de una muy acelerada ocupación de países (el ALCA del 2018).

 

La tesis de reestructuración de gabinetes, dando por tierra la estrategia de atomización del área económica para disminuir la capacidad de agencia y subordinarlas al superministro Dojuvne, ya sufre las primeras trabas y tropiezos. Con el ingreso del FMI a la escena y comenzando con el programa ´no gradualista´ de reducción del déficit fiscal para el ingreso en tramos del crédito, este sería el momento más propicio del gobierno para encarar la eliminación de ministerios. Pero no sucedió así, los tropiezos y trabas hicieron que los ministerios de energía y producción, que debían bajar a secretarias subordinadas al superministro Dujovne no sucedieran. Pero sucedió sí que siguieran como ministerios, con ministros con dialogo fluido con Duhalde, y con un anclaje en políticas más cercanas al industrialismo con mercado interno y pymes.

 

Entonces, todo estaba dado para que Marcos Peña quedara como desdibujado/encerrado entre los dos superministros, Dujovne y Caputo; el primero con anclaje en el FMI, una organización compleja siempre dominada por Washington y acompañada por Francia/Alemania; pero que hoy se ve trastocada porque Trump a desorganizado ese eje-entente y Washington resiste su avance dentro de EE.UU. y Alemania/Francia avanzan consolidando una Unión Europea que sale de su posición de “vasallo estratégico” de Washington y de Londres, y marcha hacia el multipolarismo con Rusia y China. Estaba todo para que Marcos-Peña-Brown pierda posiciones en el diseño y ejecución de las estrategias de ambos frentes, pero la realidad y el diablo financiero ha metido la cola y Macri tiene un espacio desgobernado y necesita un operador.

 

Vayamos ahora a la partida inmediata que jugará el nuevo esquema del Macrismo. Si el problema son los dólares, ¿por qué centrarse en el tema del déficit? Hay varias ´razones´ de porque el gobierno hace esto, dentro de las cuales podemos distinguir entre económicas y estratégicas. ´Achicar el Estado´, que en realidad es sacarle al estado las áreas de la actividad pública que impactan positivamente en la sociedad y son beneficios sociales públicos para todos y así poder convertirlas en áreas de negocios ´privados-capitalistas´ para sus amigos y socios. Entonces, entregar el estado –el capital social estatal acumulado durante 100 años- al modo PRO repercute directamente sobre la ´demanda interna´, que en castellano es la capacidad de consumo y poder adquisitivo del pueblo argentino, ya que la mayoría del PBI Argentino es consumo. Por otro lado, la devaluación, interanualmente medida tomando el mes de junio fue del 57% -de 16 a 28 pesos por dólar-, ha reducido ya en un % la capacidad de consumo del pueblo argentino ¡Salud! Esto impacta directamente en la compra de bienes de consumo final (tanto importados como locales, por la caída del salario real). Ajuste y “exportar más” dice el ministro de producción.

 

El llamado ´ajuste´ fiscal y monetario del gobierno, esconde objetivos que van más allá. Uno de los objetivos del ajuste, que más se viene mencionando, es la participación accionaria en ´empresas´ que tiene el Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) de Anses, que rondaría los 7500 millones de dólares. Este fondo proviene de la historia negra, que se construyó a partir del ´uso´ (abuso) financiero de los fondos de los jubilados y pensionados que hicieron las corporaciones financieras, bancos y grupos económicos al ´privatizar´, apropiarse del sistema jubilatorio y de pensiones público-estatal en la ´década hurtada´ de 1991-2001, al instrumentarlos como fondos de financiamiento de bajo costo y bajo riesgo (bajos intereses y las pérdidas en la ´timba´ siempre se imputaban a cargo de los jubilados y pensionados). Estos manejos siempre ´turbios´ y propios de las corporaciones financieras es lo que legitimo socialmente su re-estatización y consolidación en el FGS y las deudas de las ´corporaciones´ se transformaron en acciones en poder del sistema público-estatal, denominado FGS-ANSES.

 

Ahora desde diciembre de 2015, las corporaciones financieras de todo pelaje y color, vienen de nuevo. Planteando que la prioridad la tendrían las mismas ´empresas´ para recomprar sus acciones, regresar a foja cero tal cual estaba la ´cosa´ antes de que estallara la gran interna financiera transnacional en septiembre–diciembre de 2001, entre proglobalistas/Londres-vs-Washington /continentalistas.

 

Vienen por el 28% de Banco Macro, 26,8% de Edenor, 18,6% de Fondo Financiero Galicia S.A, 20% de Molinos Río de La Plata, 9% de Clarín, 9% de Cablevisión, 20% Telecom S.A y 9,3% de Aluar, entre otras, también de importante talla.

 

Se busca ´entregarlas´ (acciones del FGS), justificándolo en el contexto de ajuste y déficit, pero esto no hará más que agravar el déficit, ya que los ingresos por participación en las ganancias son muy grandes y es uno de los pilares de ingreso de recursos. Estamos hablando de nombres con aceitadas relaciones con Washington. De un nutrido grupo de empresas (entre ellas el gigante de las telecomunicaciones y multimedio más importante de Argentina: Cablevisión/Telecom/Clarín, bajo control del JPMorgan y Goldman Sachs desde Delaware), que pretenden consolidar su estructura accionaria y alejar toda posibilidad de que el Estado tenga información, injerencia y posible decisión, por ende, quitándole no sólo un enorme flujo de fondos para realizar política pública de inclusión social, sino también una valiosísima herramienta, clave para la planificación estratégica de la economía.

 

Por ello afirmamos que esta Crisis de Gobierno es estructural. Que a pesar de los cambios ministeriales y palabras, estos son solo transitorios y lo único definitivo es que la puja de intereses financieros es de fondo en Argentina y en lo Internacional. Seguramente las corridas financieras contra el tipo de cambio seguirán siendo parte del paisaje político y las operaciones entre conglomerados de telecomunicaciones y redes sociales seguirán construyendo miradas que muestran a los malos-sucios-feos financieros de un lado contra los malo-sucios-feos financieros del otro lado, donde se trata de que el pueblo no emerja/ascienda como opción real con su proyecto propio: popular y nacional latinoamericano en lo universal.

 

Es importante para el Pueblo Argentino saber que todas las opciones de gobierno y de poder están abiertas y son posibles. Más aun cuando hablamos del Pueblo Argentino que mantiene aún todas sus organizaciones sindicales, sociales, populares con alta participación en las luchas de calle, una estructura de conducción diversa y heterogénea, con muchos años de construcción y aprendizaje, con derrotas y victorias cuyas enseñanzas son las únicas que ayudan en los tramos decisivos.

 

Con una situación internacional donde no solo están presentes (como en 2001) los actores financieros unipolares, sino que han emergido (2014-2016) y se consolidan los actores del multipolarismo, cuya medula abreva en un humanismo vertebrado en el trabajo, la producción, lo nacional-universal y lo popular que tiene la capacidad de llevar la lucha en Paz, en el terreno de la política y nunca en el de la guerra ni financiera ni militar.

 

26 de junio de 2018.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194202
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