(Lum, Perú) y la teoría del centésimo mono

El lugar de la memoria, la tolerancia y la inclusión social

04/06/2018
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Foto: publimetro.pe
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“…vale más saber una verdad, aún cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se calla, es subordinado o adivinado por los otros y ese secreto, se convierte en un traumatismo más grave a largo plazo”.

Claudine Vegh

 

Quien olvida su historia está condenado a repetirla”.

Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana

 

En palabras de Buda: "No existe en el mundo un fuego más fuerte que la pasión, no hay tiburón más feroz que el odio, ni huracán más devastador que la codicia" y de estos tres tortuosos caminos el Perú – en cuanto a hábitos individuales y colectivos - los tiene todos y más. Somos víctimas – tod@s – no del terrorismo de Estado, económico o militar, somos víctimas de nuestra ignorancia que nos hace ver espejismos y fantasmas por doquier. Espectros de la impiedad y del desamor que nos ciegan frente a la felicidad o dolor ajeno que en resumidas cuentas nos ubica entre los primeros en el ranking mundial en corrupción, analfabetismo y violencia generalizada. Comportamientos como el del Congresista de la República General Edwin Donayre lo único que persigue es acrecentar el dolor y la perpetuidad de la miseria del odio.

 

Para combatir estas plagas es necesario no perder la memoria. Saber de dónde salimos – o queremos salir – para no recorrer el mismo camino de regreso sin aprendizaje de por medio. Lamentablemente el centésimo mono de nuestras macabras experiencias vividas entre 1980 y 2000 lo único que hace es hundirse en mares de odios y desenfrenadas pasiones.

 

Hagamos un ejercicio de comparación asociativa entre el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) y el Museo estadounidense a la memoria del Holocausto (United States Holocaust Memorial Museum o USHMM) con sede en Washington D.C.

 

Como ustedes saben este monumento a la memoria del holocausto está construido a solo 500 mts de la Casa Blanca. Abierto al público n 1993 por el presidente Bill Clinton cuenta con más de 12.750 artefactos, 49 millones de páginas de documentos de archivo, 80.000 fotografías históricas, 200.000 "sobrevivientes" registrados, 1.000 horas de imágenes de archivo, 84.000 elementos de la biblioteca, y 9.000 relatos orales.1 Este museo cubre periodos dramáticos de la historia de la humanidad comprendidos ente 1933-1945 presentando el horror de los “centros de la muerte” (campos de concentración) y los guetos así como todo el programa antisemita sin que esto signifique alimentación de odios o apologías semitas (o según teorías, apologías del sionismo mundial). Es un trabajo de memoria basado no en el olvido sino en el aprendizaje, la restitución y reparación sico-emocional de tanto daño y dolor.2

 

En el mundo existe alrededor de 125 museos que cubren la temática del holocausto de los cuales 70 se encuentran en los EEUU. Existen museos dedicados exclusivamente al tema del holocausto; otros son ex campos de concentración o guetos adaptados como museos y otros son centros educativos adaptados exclusivamente al holocausto pero no se desempeñan como museos. Todos estos centros de una u otra forma trabajan temas de conciencia como la tolerancia, democracia y derechos humanos a partir del Holocausto y crímenes contra la humanidad como punto de partida. En torno a estos centros avanzados de toma de conciencia se han creado redes internacionales de intercambio de información global. Existen comités de conciencia - no partidista – que hacen de la memoria el instrumento pedagógico clave para no repetir los horrores del pasado.

 

De allí la mención al fenómeno del centésimo mono. Investigadores señalan que: “cuando un cierto número de seres alcanzan un cierto nivel de entendimiento sobre un nuevo concepto, este concepto se comunica mentalmente entre los individuos de la misma especie […] si la comunicación es mentalmente abierta y provee la expansión a todas las personas de un concepto útil, se crea un espacio de conciencia al cual tienen acceso más y más individuos y del cual cada uno puede obtener su propia lección, en concordancia.”3

 

¿Cuáles son los conceptos que podrían trascender desde la modalidad pedagógica usada por LUM? ¿Reconciliación, Justicia con Paz y Equidad, Restitución-Reparación y Perdón? ¿Cuál es la amenaza de proliferar estos conceptos a las nuevas generaciones? Lo hacen los museos del Holocausto en el mundo que trabajan el tema de la tolerancia, democracia y derechos humanos propagando la convicción que el asesinato e intolerancia no son los caminos que la humanidad necesita.

 

Y ¿Esto no es posible hacer en el Perú? ¿No es posible aprender de los horrores – y no errores – cometidos? ¿No es posible aprender de las alternativas de reconciliación que se buscan en el mundo, por décadas, en medio de tanto sufrimiento? ¿Qué pretendió el – ahora anti LUM - congresista General Edwin Donayre quien sostuvo tamaña barbaridad en desmedro de la dignidad de los ciudadanos chilenos: “He dado la consigna que chileno que entra ya no sale y si sale, saldrá en cajón. Si no hay suficientes cajones, saldrán en bolsas de plástico”? ¿No es esto una suerte de “semántica del terror”, discurso incendiario amparado erróneamente bajo el uniforme militar? ¿Con que autoridad moral el General Donayre sorprendió a la ciudadana Gabriela Eguren ex trabajadora del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) injuriándola de “apóloga del terrorismo” ocasionando su despido?

 

¿No debería el General Donayre estar preocupado en afinar su defensa legal ante las serias denuncias por (traición a la patria ¿?) los delitos de peculado doloso y contra la fe pública donde la fiscal superior superior Escarleth Laura Escalante ratificó la solicitud de 10 años de prisión? Y ¿Recuerdan la vergonzosa expresión del General Donayre cuando se expresó de esta manera de la ex ministra de Salud Patricia García: “Señora, ¿no? Bueno señorita, muy bien. Sí, porque las vírgenes han pasado muchas navidades, pero ninguna noche buena”.4

 

General Donayre, usted que se esmera en defender a la patria al extremo de deshonrar a nuestra FFAA expresándose prepotentemente en contra ciudadanos del hermano país de Chile y hace 12 años lleva en sus espaldas una denuncia por robo de combustible de todos los peruanos y peruanas: “La Contraloría detectó que en la Región Militar Sur desaparecieron 44.200 galones de gasolina de 84 octanos y 129.800 galones de petróleo D2, equivalente a 1.8 millones de soles de la época, entre enero a noviembre del 2006, durante la gestión de Edwin Donayre”, pretende moralizar al Perú acusando al loable proyecto del LUM de apología al terrorismo?

 

El portal del LUM lo señala: “el LUM mantiene un enfoque plural y acoge la diversidad de voces y rostros que experimentaron la violencia durante estas décadas, para darle a la población las herramientas para ejercer un juicio crítico y objetivo hacia discursos violentistas que transgreden la ley y la integridad de la persona […] El LUM promueve la memoria a través del diálogo. No busca establecer una sola memoria o uniformizar las diversas memorias, sino promover las memorias divergentes y aprender de ellas, de sus disputas y conflictividad, para crear nuevas formas de convivencia. Asume el reto de tensar la diferencia, tomando el diálogo como punto de partida”.5

 

Desde esta tribuna nos sumamos a la voz de protesta tanto la emitida por la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEHH) ya denunció lo expresado por el Congresista de Fuerza Popular Octavio Salazar quien – al igual que el Congresista General Donayre – acusó al LUM de hacer loas al senderismo exigiendo la “intervención inmediata”. Así como lo expresado por 18 legisladores quienes firmaron la Moción de orden de día No 6015 rechazando la acción y lo expresado por el Congresista General Donayre.6

 

En el periodo 1980-2000 la Comisión de la Verdad y Reconciliación estima que 69,280 mil personas fueron asesinadas y desaparecieron a causa del conflicto armado peruano. Se atribuye responsabilidades de las desgracias en 30% a los agentes del Estado, 24% otras circunstancias y 46% al Partido Comunista Sendero Luminoso. El levantamiento de las estadísticas se formuló en base al testimonio de 16,985 testimonios y es necesario no solo no-olvidar sino no-repetir y a eso apunta el LUM.

 

El Perú – más allá de ideologías y posturas políticas – necesita sanar profundas heridas y no se logrará esto usando el método de la confrontación biliar anti-conciliatoria. Rechazamos toda expresión de dogmática intolerancia, absurda posición que atenta contra cualquier democrática intención de reconciliación que pueda esperarse. No se puede pretender ser defensores de la democracia a fuerza de tendenciosas imprecisiones como estas: “[…]desde ese Estado culposo, impuesto artificialmente desde la academia, las ONG y los organismos internacionales copados por esos “mandarines de la cultura”, nació la Comisión de la Verdad y su sucedáneo: el LUM. Ambos conceptos obedecen a un conocido combo ideológico internacional cuyo fin es arrogarse el monopolio de la verdad y de la memoria histórica, bajo la coartada de una pretendida “justicia” y “reconciliación”.

 

Esta nada conciliadora posición –a nuestro parecer antidemocrática- forma parte de la petición presentada en el portal www.change.org bajo el título “#LUM: Deploramos el intento de reescribir la historia sobre el #terrorismo en el #Perú. Ante este tentativo de bloquear cualquier intento de relectura crítica y reconciliadora de la historia. Oscura campaña del olvido y la perpetuidad de la estigmatización política que tanto daño hace. Apoyemos iniciativas que promueven la postura constructiva del LUM como tantos otros tentativos en el mundo que se esfuerzan por reparar profundas heridas abiertas en la humanidad y hagamos posible la posibilidad de transitar caminos diferentes construyendo valores verdaderamente democráticos, dialogantes y conciliadores. 7

 

José Toledo Alcalde

Lic. Teología y Mg. Terapias Físicas

 

2 Estamos hablando de cientos de millones de personas muertas: 72.604.600 millones 3,75% de la población total del planeta en ese momento. Otras cifras hablan de 40 millones de personas que fallecieron en la Segunda Guerra Mundial (22 de ellos, soldados y 18, civiles). Cientos de miles de familias destruidas, desmembradas. Tanto daño que hasta el día de hoy siguen restituyéndose. Si lo hace el mundo entero con este sangriento capítulo de la historia de la humanidad ¿Podría hacerlo el Perú?

3 La leyenda del centésimo mono y la hipótesis científica de los campos mórficos. En: https://sechangersoi.be/ES/4ES-Articulos/Sheldrake-ES.pdf.

https://www.alainet.org/es/articulo/193288
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