Las antípodas del dilema nuestroamericano

Marx en Venezuela y el FMI en la Argentina

31/05/2018
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Hace un par de semanas tuve el altísimo honor de asistir como ponente a la celebración del Primer Congreso Internacional “Marx en el siglo XXI. Desafíos para la transformación del mundo actual y la Revolución Bolivariana”. El mismo tuvo lugar ni más ni menos que en uno de los bellísimos y elegantes auditorios del Banco Central de Venezuela. Estuvo organizado por múltiples organismos que vale la pena mencionar: el mismo BCV, el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, el Centro Nacional de Estudios Históricos, el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador, el Instituto de Altos Estudios Bolívar-Marx, el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, la Escuela Clasista de los Trabajadores Daniel de León y la Escuela de Formación Socialista 27F. Se hicieron presentes en los tres días del evento numerosxs funcionarixs actuales y personalidades distinguidas del proceso que comenzó hace casi 20 años. Es necesario aclarar que cuando decimos “distinguidas” no lo hacemos en el sentido tradicional y clásico del pensamiento hegemónico capitalista que atañe a los grados de privilegio heredadxs, sino a su praxis revolucionaria de vida con y para lxs humildes y trabajadores de este mundo.

 

Solo por mencionar a una bella persona que con sus 81 años de experiencia no se perdió un minuto de cada ponencia de la mañana en el BCV y por la tarde, la continuidad del Congreso en algunas Parroquias -barrios o barriadas les decimos en Argentina- o con jóvenes investigadores. Me refiero a la “Leona de Chávez”, María León, quien con su práctica y su prédica del socialismo feminista nos iluminó y llenó de fuerza a cada rato.

 

¡El Banco Central de la República! ¡organismo por excelencia de regulación de las relaciones económicas, del dinero, del capital, abriendo sus puertas para seguir desentrañando las lógicas y mecanismos que perpetúan la dominación del capital y reflexionar sobre cómo superarlo y construir relaciones sociales de producción y reproducción más justas! Desde el país que habito, vuelto a ser dominado en todos sus resortes de poder por los grupos empresarios más inescrupulosos y aliados subalternos del gran capital, no deja de sorprenderme y emocionarme el espacio de lucha contra esas fuerzas de destrucción de la humanidad que se abren oficialmente desde todas esas instancias de gobierno y de poder popular. Para alegría de lxs latinoamericanxs ello también se repite en los Bancos Centrales de las Repúblicas soberanas y revolucionarias de Cuba y del Estado Plurinacional de Bolivia.

 

Pero también, la experiencia de hablar de Marx, su práctica y fundamentalmente su elaboración teórica, arma principal para la lucha revolucionaria, en la Base de misiones Carapita en la parroquia de Antímano junto a tantas mujeres valientes, guerreras de enormes batallas políticas nacionales e internacionales y de pequeñas batallas cotidianas, corajudas, organizadoras, luchadoras, referentes de sus comunidades, fue muy estimulante para quienes fuimos de otros países a seguir aprendiendo de la Revolución Bolivariana. Nos llenamos de oxígeno revolucionario y nos contagiamos de más ganas de seguir peleando. Como decía Marx: con el arma de la crítica pero sin abandonar la crítica de las armas.

 

Cuanto para aprender de esas mujeres autoorganizadas para fortalecer y vehiculizar las misiones socialistas y grandes misiones del gobierno bolivariano e inventar cada día soluciones a la cruel guerra económica, entre otras, que les libra el imperialismo y lxs privilegiadxs indignadxs por la rebelión y dignidad de este pueblo que asumió su soberanía y su independencia, aun con los enormes sacrificios que están padeciendo.

 

Sacrificios que cualquier gesta emancipadora del yugo y la opresión de las clases dominantes conllevan. Aun siendo este un proceso revolucionario pacífico, que se abrió paso por dentro de las viejas instituciones contra las cuales todavía pelea para hacer prevalecer las nuevas fruto de las luchas. Ya es una frase vieja y conocida decir que ninguna clase dominante y explotadora cede sus históricos privilegios de manera pacífica. Pero como nos enseñaba María León: es en América Latina que anida la esperanza de sus pueblos aguerridos que luchan por emanciparse de “solo” 500 años de dominación. En cambio en Europa, el mal llamado “viejo continente”, la dominación es más vieja, tiene más de 10.000 años. ¡Cuánto más difícil es despojarse de esa dominación, de esa hegemonía!

 

También se aprovechó la ocasión para re editar la maravillosa obra histórico-política condensada en “El manifiesto comunista”, presentada por el mismo Ministro de Cultura, Ernesto Villegas acompañado por la Orquesta Filarmónica Nacional y el coro Hugo Chávez en la Galería de Arte Nacional entonando las célebres canciones e himnos revolucionarios que expresan con hermosura lo mejor de la historia insurgente.

 

Los encuentros internacionales que promueve la Venezuela bolivariana constituyen de hecho lo que Chávez imploraba necesario constituir: la Quinta Internacional de lxs Trabajadores. Es la diplomacia de los pueblos, la activa solidaridad y militancia internacionalista que siempre encuentra en Venezuela un aliado incondicional, apoyando todas las causas justas del planeta y convocando a defender a la revolución bolivariana, forma que toma la revolución de nuestro tiempo en Nuestra América.

 

La otra cara del subcontinente

 

Mientras debatíamos las tesis centrales que desentrañaron la lógica del capital desde Marx en adelante, que continúan en su esencia vigentes aun cambiando de modalidad y de formas, en Argentina lxs funcionarxs de gobierno se preparaban para recibir al Fondo Monetario Internacional con sus préstamos para engordar los bolsillos especulativos de nuestra decadente clase dominante y sus exigencias políticas para generar mejores condiciones para el relanzamiento de sus tasas de ganancia y su ciclo de acumulación de capital. Eso es lo que vinieron a hacer en nuestra sufrida patria Macri y sus empresarios offshore amigxs: generar condiciones para un nuevo ciclo de concentración, centralización y trasnacionalización del capital. Eso significa desmontar cada una de las conquistas peleadas por décadas y reconocidas desde el gobierno del estado entre 2003 y 2015, desmontar uno por uno cada programa social, subsidio, proyecto soberano tecnológico, económico, industrial, científico; cada uno de los derechos consagrados de los y las trabajadores y reducir sus “costos laborales” (nuestros salarios reales): en términos estrictos -ya que la ocasión marxista lo amerita-, el aumento de la extracción de plusvalía absoluta y relativa; aumentar también como condición necesaria para lo anterior, el ejército industrial de reserva en sus diversas modalidades. Ese banco de trabajadores suplentes que necesariamente cumple la función de reducir la capacidad de lucha y organización de lxs trabajadores activxs. Resultado que a veces la misma lucha neutraliza, sobre todo, como sucedió hacia finales de los 90 y principios del los 2000 en la Argentina cuando lxs trabajadores ocupadxs y lxs trabajadores desocupadxs se unieron neutralizando ese principio rector del capitalismo que es la competencia entre ellxs.

 

También han venido a aumentar las tarifas de los servicios públicos, sobre todo de aquellos en los que sus amigxs son accionistas y que no se han renacionalizado, como sucedió con algunas empresas estratégicas encaradas por el gobierno de Cristina Kirchner; han venido a perdonar o estatizar sus deudas millonarias estafando -una vez más- al pueblo en su conjunto, y, sobre todo, como decían en su campaña: a volver al mundo.

 

¿Qué significa esta frase? ¿Qué es volver al mundo? ¿Cuál es el mundo para esxs ricxs que hoy nos gobiernan directamente en la Argentina? Pues su mundo es uno muy pequeño y cómodo regado del sufrimiento de las mayorías populares. Y volver a él, pues, es salir y desmontar la construcción nuestroamericana de la Patria Grande, regada con sangre de tantxs luchadores a lo largo de 500 años, para consagrarse mejor empleado del año del delegado del Ku Klux Klan que ocupa la Casa Blanca y … si! Volver al FMI.

 

Si durante el gobierno anterior quedaron errores y tareas pendientes de realizar desde el punto de vista de los intereses populares y de la humanidad, por poner solo un ejemplo, las pocas restricciones impuestas a empresas trasnacionales mineras y agroindustriales (agrotóxicas), estos CEOs vinieron a profundizar esa lógica de rapiña, acabando con todas las virtudes de aquellos 12 años.

 

No es tan fácil que el pueblo argentino tolere una vez más esa entrega de derechos y soberanía. Como no lo hizo en el pasado. Claro, sería mejor que esta vez no esperemos a quedarnos desocupadxs el 25% de la población económicamente activa, llegar al 50% de pobreza, ver como re-privatizan todas nuestros recursos y empresas estratégicas, etc. para nacionalizar, generalizar y unificar los procesos de lucha dándoles la suficiente envergadura y combatividad como para cambiar la historia. En los 90, bajo esas mismas recetas, fue desarrollándose un creciente proceso de resistencia, lucha y organización protagonizado por diversas fracciones sociales afectadas por esas políticas de estado tendientes a generar más concentración del capital (políticas neoliberales) que pudo encontrar un cauce de unificación y nacionalización hacia finales de la década manifestándose en toda su contundencia en la insurrección espontanea (1) de diciembre de 2001. Esa acumulación de fuerzas se expresó en la articulación de una alianza social y política que logró acceder al gobierno en 2003 para implementar las principales demandas populares centradas en mejorar la calidad de vida de las mayorías, ampliar los derechos ciudadanos, políticos, sociales, económicos y culturales y aumentar los grados de soberanía política y económica nacional.

 

Pero como dice esa frase también muy conocida de Marx, acerca de que la historia se repite primero como tragedia y después como farsa o comedia, en nuestro caso ya van demasiadas repeticiones, demasiadas farsas, que anidan en la memoria de este pueblo luchador, que puede estar en alguna medida anestesiado pero que, como nos muestra la historia, resurge con fuerza y haciendo uso de su acumulación histórica de experiencia de lucha va generando los instrumentos sociales y políticos para defender sus derechos. Sí, es cierto que, en general, dentro de los marcos sistémicos vigentes y dominantes, es decir: capitalistas. Pero con intensos procesos de lucha que los tensionan al máximo frente a los cuales las clases dominantes deben ceder algo para no perder todo. Y en algunas ocasiones han terminado cediendo, cuando no les queda otra. Porque la capacidad de lucha y disposición al combate de nuestro pueblo por momentos se hace potencialmente peligrosa, amenazante para la lógica de reproducción del capital concentrado. Entonces se ven obligadxs a abrir el juego democrático. Luego, ni bien generan el desgaste necesario de gobiernos que incorporan los intereses populares ya están listos para detentar de nuevo mediante engaños (caso Argentina actual) o golpes (caso dictaduras de los 70 o los golpes más actuales de Honduras, Paraguay y Brasil) los aparatos e instituciones de los estados para desde allí profundizar la explotación. Lo que no puede darse sin aumentar las dosis de coacción extraeconómica, es decir, violencia estatal. Los propios canales democráticos burgueses comienzan a ser obturados por ellxs mismxs, producen fraudes electorales, encarcelan dirigentes populares, etc. Mientras que tildan de dictadura al mayor laboratorio democrático de nuestro tiempo: la Venezuela Bolivariana con sus 24 elecciones a cuestas y su enorme protagonismo popular.

 

En Venezuela el voto popular se constituye en un momento revolucionario. Se juega la construcción soberana. No se trata de un partido político ni de un candidato. Está en juego toda la construcción y organización popular, las conquistas, los grados de dignidad y protagonismo popular de estos 20 años, la solidaridad activa con los pueblos del mundo, la soberanía sobre sus estratégicos y cuantiosos recursos naturales y minerales, entre otras posiciones a defender.

 

Este domingo se juega la dignidad del pueblo venezolano y nuestroamericano. Defender la democracia popular en Venezuela es tarea de todxs. Los dilemas nuestroamericanos de hoy se resumen en las antípodas de Argentina y Venezuela. En ambos casos los pueblos atraviesan sacrificios. En el primero, el sacrificio del pueblo es para beneficio de los ricos; en el segundo, los ricos imponen sacrificios inducidos al pueblo para quebrarlo en su construcción de dignidad. Los sacrificios de mantener un camino de soberanía antiimperialista. Retomar la senda de la Patria Grande o volver al fondo. Al FMI y al fondo enlodado de la historia. Pero desde el fondo insurgente de la historia elegimos, con Marx, el camino de la revolución y la emancipación.

 

Nota

 

 1. Según la conceptualizaran Nicolás Iñigo Carrera y María Celia Cotarelo en variados artículos.

 

Paula Klachko

Lic. en Sociología UBA

Dra. en Historia UNLP

Prof. UNDAV-UNPAZ

Integrante de la REDH

 

Publicado en La Época nº 819, domingo 20 de mayo de 2018. Bolivia.


 

https://www.alainet.org/es/articulo/193208
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