Panzós en la memoria

25/05/2018
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"El Ejército llegó el 27 de mayo de 1978 y se instaló en el salón municipal, a la espera de órdenes para ejecutar a los líderes. Al día siguiente el operativo empezó con la captura de los líderes campesinos para sacarles información."

 

-Testimonio Walter Overdick. Alcalde de Panzós en 1978.-

 

 

Ocurrió el 28 de mayo de 1978 en la plaza central, frente a la municipalidad del municipio de Panzós, departamento de Alta Verapaz. Hace 40 años, miembros del ejército guatemalteco y terratenientes locales, dispararon indiscriminadamente contra una manifestación pacífica de indígenas K’ekchí, quienes pedían reunirse con el alcalde para reclamar la expropiación forzada de tierras que abusivamente les arrebataban los terratenientes.

 

La masacre se cometió durante la dictadura militar presidida por el general Kjell Eugenio Laugerud García, a la fecha, los autores materiales e intelectuales siguen impunes. Informaciones de prensa estimaron que más de 35 personas fallecieron baleadas, entre mujeres, hombres, menores de edad y ancianos. Todavía 40 años después, se desconoce el número total de fallecidos.  

 

Ese nefasto día, la plaza central se encontraba atiborrada por unos mil campesinos, quienes habían acudido citados por el alcalde Walter Overdick García, pero no fueron atendidos, entonces los ánimos se avivaron y los militares dispararon contra los manifestantes matando alrededor de 35 personas, reprimiendo y persiguiendo al resto. Por testimonios de sobrevivientes, se sabe que los militares abrieron una fosa común para enterrar los cuerpos y muchos otros, fueron lanzados al río Polochic, por eso, no se conoce el número exacto de víctimas. 

 

Durante el conflicto armado interno (CAI), esa conducta represiva, sangrienta y abusiva de los militares se repitió con frecuencia, empleada en particular para reprimir a las comunidades indígenas del altiplano occidental del país, en consecuencia y de conformidad con el informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas (ONU), el ejército es responsable de cientos de masacres.

 

En virtud de los Acuerdos de Paz concluidos en 1996, la Comisión de la Verdad pudo recabar testimonios de víctimas e impulsar excavaciones buscando los restos de miles de personas desaparecidas y ejecutadas durante el CAI. En 1997, la Fundación de Antropología Forense (FAFG), logró recuperar restos de víctimas de la masacre. Luego del hallazgo, familiares y sobrevivientes presentaron denuncia ante el Ministerio Público (MP). En 2011 el ex alcalde Overdick, declaró en el Juzgado Primero de Mayor Riesgo cómo ocurrió la masacre. Sostuvo que los militares ametrallaron a los campesinos y afirmó que en una finca propiedad de Carlos Wohlers, se planificó solicitar apoyo del ejército, pues los terratenientes estaban preocupados porque los campesinos solicitaban acceso a la tierra. Según Overdick, el general Guillermo Arturo de la Cruz le dijo textualmente: “Yo soy el responsable del pueblo y tomo el control de lo sucedido".

 

La masacre de Panzós, ocurrida hace 40 años contra indígenas K’ekchíes, es una muestra de los reiterados actos brutales y sistemáticas violaciones a los derechos humanos (DDHH), cometidos por miembros del ejército guatemalteco contra población civil desarmada.

 

Para no volver a cometer abusos, es imprescindible sentar precedentes para que servidores públicos, funcionarios y militares entiendan que esas conductas aberrantes, vulneran DDHH y crean mala imagen de país. Es indispensable vencer la impunidad, resarcir a las víctimas y familias; investigar, deducir responsabilidades y castigar a los culpables de la masacre de Panzós.

 

Guatemala, 25/05/2018.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193097
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