Venezuela: la oposición fragmentada y “extraterritorial”

09/05/2018
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Fragmentado

 

Es el título de un thriller psicológico gringo, donde el protagonista “Dennis” secuestra tres muchachas, siendo éste el mismo “Kevin” que asiste como paciente psiquiátrico a las consultas con su experta doctora, quien le diagnostica “trastorno de identidad disociativo”; de allí las veintitrés personalidades que es capaz de asumir inconscientemente, más una adicional llamada “La Bestia” –desconocida por la médico tratante-, que será el centro del desenlace final.

 

En medio del suspenso que logra mantener el film, no pude evadir la comparación con las múltiples personalidades que suele adoptar la oposición venezolana, una de ellas tan cruel y despiadada como La Bestia de Shyamalan.

 

Extraterritorial

 

El clímax del carácter internacional de la oposición a la Revolución Bolivariana, acaba de ocurrir -cual bufonada espeluznante- en la sede del legislativo colombiano. Si, como lo leen, en la mismísima Bogotá, como le hubiera gustado a Francisco de Paula Santander: gobernar a Venezuela como una “finquita” anexa.

 

Punto previo: ¿se habrá percatado el Estado colombiano que cedió soberanía a unos “poderes” de otro país en su territorio? Allí le dejo eso a la leguleyada neogranadina, tan “santanderista” en eso de los preciosismos jurídicos.

 

Pero, dejemos el asunto a la variopinta derecha paisa y cachaca que apadrina a los disociados criollos.

El sainete judicial, tan aburrido y poco viril que en nada se asemeja al apasionado caribeñismo venezolano, concluyó hablando del escándalo “Odebrech”.

 

¡Caramba “magistratus”, que inelegantes, venir a mostrar la cuerda en la casa del ahorcado!

Pero, además, hacernos pasar la vergüenza allí en la Bogotá de la Nacional y Externado, que tantos doctos jurisconsultos ha dado al mundo, mostrándose tan doctrinariamente anémicos y jurisprudencialmente flemáticos.

 

Sin embargo, lo que no les perdonamos, es que hayan desbaratado el prestigio de que gozan nuestras telenovelas, exhibiéndose tan malos teatreros, sosos, desconcentrados, sin glamour ni sexapil.

El grupo de litigantes en función de usurpadores, se pasaron por alto media Constitución (de la República Bolivariana de Venezuela), y, con ella, el nuevo constitucionalismo latinoamericano y toda la teoría del derecho público.

 

Miremos algunas disposiciones principistas de nuestra Carta Magna transgredidas por este grupo de abogados:

 

-       La independencia Nacional (Artículo 1. Venezuela se declara República Bolivariana, irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador).

 

-       La Soberanía Popular que sólo puede ejercerse en el territorio nacional (Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo…Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos).

 

-       La sujeción de toda norma y todo órgano del Poder Público a la Constitución (Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución).

 

-       Elemental. Es Caracas, como capital del país, la sede del Poder Público Nacional (Artículo 18. La ciudad de Caracas es la capital de la República y el asiento de los órganos del Poder Nacional. Lo dispuesto en este artículo no impide el ejercicio del Poder Nacional en otros lugares de la República).

 

-       Usurpar es incurrir en nulidad y sus consecuencias judiciales (Artículo 138. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos).

 

La lista continúa. El Poder Judicial y el Ministerio Público legítimos de Venezuela sabrán completarla.

“Déficit democrático”.

 

Muy de moda han puesto este término los ejecutores de la campaña internacional de linchamiento moral contra Venezuela. Opositores que cuando gobernaron lo hicieron con criterio represivo y elitista, oenegés financiadas por las agencias estadounidenses de espionaje, medios de desinformación propiedad del capital transnacional.

 

En la agenda desestabilizadora e intervencionista diseñada por el patrón imperial, cualquier pretexto es usado para estigmatizar la democracia venezolana, calificando a nuestros gobernantes como autoritarios, y a las instituciones en general como no apegadas al Estado de Derecho.

 

Se ofende la honorabilidad de magistrados y rectoras electorales, porque no sirven al plan injerencista, pero si alguna de estas autoridades traiciona al proyecto bolivariano, automáticamente adquiere “legitimidad” y credibilidad, mutando incluso a un plano extraterritorial, como se ha pretendido con un sainete montado en el Senado de Colombia.

 

Pero, ¿qué está pasando realmente con la democracia en Venezuela y en las Américas?

 

Breve paneo detrás del telón…

 

Brasil. Un alto oficial amenazó con un “derramamiento de sangre” si Lula Da Silva ganase los comicios presidenciales previstos para el próximo 5 de octubre. La “justicia” carioca tiene preso al inminente ganador de la elección. 

 

El asesinato por sicarios de la concejala Marielle Franco el 15 de marzo, recuerda el modus operandi de la dictadura militar apoyada por Estados Unidos, que se alzó con el poder tras el derrocamiento de Joao Goulart en 1964. Precisamente esta vil ejecución criminal está relacionada a la crítica que Marielle hizo al asalto violento de la fuerza pública a las favelas pobres de su ciudad Río de Janeiro.

 

Todo este embrollo comenzó con el golpe parlamentario a Dilma Rouseff, donde un centenar de políticos desconocieron la decisión soberana de casi sesenta millones de electoras y electores que la escogieron como presidenta de Brasil.

 

El régimen usurpador se ha caracterizado por revertir las conquistas de la clase trabajadora, recortando y congelando indefinidamente la inversión social, con legislaciones insolentes que nos retrotraen a tiempos oprobiosos superados por la humanidad. Pero según la campaña de linchamiento contra la República Bolivariana de Venezuela, en la que el golpista usurpador participa activamente, en Brasil hay una democracia modelo, como la de Colombia donde acaban de reconocer fosas comunes con más de nueve mil cadáveres de desaparecidos; como la de México, campeón en asesinatos de periodistas y prácticas atroces contra toda dignidad humana.

 

Honduras. Este pobre país hermano fue moldeado durante el siglo XX por la CIA. La disidencia social y política es criminalizada y eliminada. Bertha Cáceres es el emblema de una larga lista de luchadores, defensores de derechos humanos, periodistas, que en ese país son asesinados por el sistema que oprime al pueblo hondureño. A Zelaya le dieron un golpe por querer consultar a la ciudadanía, y se arguyeron supuestas cláusulas “pétreas” superiores al poder constituyente; pero Juan Orlando Hernández hizo polvo esas mismas cláusulas y se reeligió a la fuerza, sobre cadáveres y sueños rotos. En las recientes elecciones presidenciales se cometieron todos los delitos electorales del alfabeto jurídico. Y Estados Unidos ungió a su pupilo elogiando su talante democrático. Él también vocifera contra Venezuela y es miembro protagónico del Cartel de Lima.

 

Argentina. Entre la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado, y la prisión de Milagro Salas, está el rango del retroceso democrático. El gobierno de los Panamá Papers boys persigue a Cristina con saña con la renovada excusa de la corrupción.

 

No reconocerán la elección de Venezuela estos gobiernos tan perfectamente democráticos, donde no alcanzan las boletas de votación para un electorado menor al 50% del total, (¿cómo sería si votasen todos?), y donde los fraudes se cuecen a fuego lento, tardando semanas en dar los resultados que quieren las elites.

 

La hora cero el 20 de mayo…

 

Toda la transnacional antibolivariana que se ha confabulado contra Venezuela parece prepararse para una arremetida más agresiva a partir del 21 de mayo. Las sanciones aplicadas unilateralmente por USA y la UE, secundadas por algunos gobiernos cipayos, y pedidas a gritos por la rastrera caterva de zánganos que encabeza Julio Borges, se agudizarán, sin descartar acciones de fuerza que el propio presidente de Estados Unidos y su segundo –furioso neofascista- han vociferado con descaro.

 

Mientras tanto, una fuerza telúrica brotada de las entrañas sagradas del pueblo venezolano, se aproxima a propinarles a todos esos enemigos de nuestra independencia, una derrota histórica; ni la hiperinflación criminal, ni los apagones eléctricos, ni ninguna carencia material, se van a imponer frente a la determinación estoica de la hueste bolivariana, que ha decidido tener patria soberana por sobre todas las cosas.

 

Es el chavismo señores, algo inexplicable para los de espíritus romos. Busquen la fórmula en la canción de Chico Buarque “Oh, qué será”.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/192762
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