El denso panorama político de las elecciones de marzo en El Salvador

23/02/2018
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En El Salvador se está a la puerta de elegir diputados y alcaldes el 4 de marzo. El ambiente político es tóxico y hay además mucha bruma, así que sin la pretensión de contar con una bola de cristal que permita ver el futuro, voy a tratar de encender algunas luces que ayuden a ver más claro el paisaje por el que transita el pueblo salvadoreño.

 

Parto del hecho de que El Salvador es estratégico para el imperio, por ser parte del triángulo norte de Centroamérica, y debido al Golfo de Fonseca, una base naval natural ubicada en la cintura continental, lugar idóneo para la escucha mundial de las comunicaciones. Además, a El Salvador, los recientes 12 años de guerra, lo convierten en un pueblo rebelde y levantisco, al que no pudieron derrotar. Tomo en cuenta también que el continente es un inmenso teatro de operaciones en el que los Estados Unidos mueve sus peones de manera coordinada. Lo que sucede en cada país es importante para sus movimientos continentales y para su política hegemónica mundial.

 

Los que en el continente se oponen a las políticas excluyentes neoliberales y a los planes hegemónicos del imperio, los países en donde las fuerzas de izquierda han logrado avanzar y son gobierno, viven un momento difícil y complicado. El modelo capitalista se deteriora de manera acelerada, y la reacción de la derecha y del imperio es una brutal arremetida contra todo lo que sea progresista y revolucionario.

 

Dos visiones de sociedad se oponen: el solidario incluyente revolucionario y el excluyente del capitalismo. Esto se llama lucha de clases, Guerra a muerte entre dos visiones de gestión de la sociedad. Una guerra con un frente económico, político y mediático. Una guerra sorda, pero violenta también: de un lado la violencia del capitalismo, que cobra vidas sumiendo en la miseria a grandes sectores de la población, el difícil acceso a una buena salud, a la educación, a un trabajo que su paga permita vivir dignamente, o simplemente, un trabajo con el cual sobrevivir apenas. Todo eso que llevó al poeta comunista alemán Bertold Bretch a decir que, "Hay muchas maneras de matar". "Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo...", pero además, asesinando a quienes se oponen.

 

Y del otro lado de esa violencia del capitalismo está el instinto natural de la supervivencia y la defensa, expresados en la violencia revolucionaria a la que acude forzado por el capitalismo todo pueblo que haya resuelto tomar como bandera su dignidad.

 

En El Salvador, pese a los avances y mejoras que el gobernante FMLN de izquierda ha logrado para las grandes mayorías, la derecha se empeña en negarlos. Su táctica consiste en decir que todos son iguales de corruptos, puesto que ya no pueden negarlo. Pero claro, como ellos no pueden decir, "es cierto cuidamos nuestro intereses y eso nos lleva a la corrupción" entonces lo dicen por medio de terceros: "Todos son corruptos no hay que votar por ninguno de los dos, hay que anular el voto".

 

La guerra siempre fue una confrontación entre dos bandos, y ahora reviste nuevas formas, como la ocupación silenciosa de territorios, la manipulación de la realidad para ocupar la mente y la voluntad de las personas que viven en el territorio ocupado, y por supuesto los frentes citados, el económico, el político y el mediático, sin dejar de lado su estrategia de dejar sin agua al pez, vale decir, la implementación de la violencia con los escuadrones y las pandillas. Esto último queda en evidencia por las relaciones de la dirigencia de ARENA y de muchos de sus candidatos con el mundo del crimen. Muchos alcaldes y concejales de ARENA, se encuentran presos o huyendo por sus vínculos con las maras, y también hay diputados presos o muertos por gente de los carteles de la droga. Y por último recalquemos que los escuadrones de la muerte son Doctrina Oficial de Estados Unidos para la Defensa Interna en el Extranjero.

 

Se luchó durante muchos años para que la mujer pudiera votar, y para que el voto de la población sirviera para algo, siguiendo las reglas de la democracia que los antiguos habitantes de los burgos conquistaron con la Revolución Francesa, es decir dentro de una democracia burguesa.

 

Pues bien, con esas reglas democrático burguesas, el FMLN ganó las elecciones y en sus dos gobiernos ha tratado de que se respeten las aspiraciones de los sectores populares y marginados de la población, que nunca antes habían sido tomado en cuenta, y por quienes jamás se había hecho nada.

 

Pero se descubrió la mentira de la democracia burguesa. El irrespeto al voto, que equivalía a que fuera nulo en las elecciones de 1972 y 1977 llevó a los sectores más claros de la población a protestar. La respuesta del coronel Arturo Armando Molina del partido de Conciliación Nacional (PCN) fue la represión brutal de la población. Recuerden, o lean los que no lo vieron por su edad, lo ocurrido en la Plaza Libertad en la medianoche del 28 de febrero de 1977 cuando tanquetas arremetieron contra manifestantes desarmados, y luego camiones cisternas lavaron las evidencias para imponer al general Carlos Humberto Romero Mena. Soy testigo de esa oscura noche de la patria.

 

La masacre de aquella noche hizo comprender a amplios sectores de la población que a la dictadura y a la oligarquía había que enfrentarla con las armas en la mano, y las cinco organizaciones político militares existentes se unieron para declararle la guerra a la dictadura. Así, por culpa del Partido PCN comenzó una guerra que duró 12 años. Sin embargo, ahora ese viejo partido de los militares sirvientes de la oligarquía llama a retomar el rumbo. ¿Cuál rumbo?, ¿el mismo de represión? Y la oligarquía por medio de ARENA pretende regresar a gobernar y exige transparencia, ¿cuál transparencia? después de todo lo que roban al Estado y a la población. El Ministerio de Hacienda informó recientemente que 486 máquinas registradoras que pertenecen a los almacenes SIMAN y cadena de supermercados SELECTO, no estaban registradas y mostraban irregularidades; cadenas propiedad de los dos hombres que se perfilan como candidatos presidenciales del derechista partido ARENA.

 

Es claro pues que hay dos bandos, y no se puede estar al mismo tiempo en las dos líneas de fuego ni ser un tercer bando. O se está con uno o con el otro y quienes atacan al FMLN, lógicamente están con el bando de la derecha. Esa es la verdad cruda.

 

Ahora, el panorama es complejo, porque ARENA siendo el partido de la oligarquía en El Salvador ya no le sirve al imperio, y dejarlo llegar a ser gobierno sería echarle más leña al fuego, igual que cuando llevaron a José Napoleón Duarte y no dejaron que Roberto D´Aubuisson llegara a ser presidente. El imperio está consciente de que el salvadoreño es levantisco y antes que ARENA en el gobierno prefieren al FMLN, asediado con una línea de fuego mediática, cercado con una línea de fuego económica, maniatado con una Sala de lo Constitucional a su servicio, y una mayoría de derecha en la asamblea. A esto agreguemos su estrategia de "Quitarle el Agua al Pez", usando la violencia y tratando de robarle o quitarle votos al FMLN.

 

El economista Cesar Villalona, dedicado a labores de investigación económica y social, habla de "Los 100 logros grandes de los gobiernos del FMLN”, de los cuales, mencionamos: la eliminación de la "cuota voluntaria" de los servicios de salud, aumento de los establecimientos de salud que pasaron de 421 en 2008 a 818 en 2017, creación de 576 Equipos de Comunicación de Salud Familiar (ECOS) en 186 municipios, construcción del Hospital de la Mujer y del Hospital Nacional de la Unión, el programa de dar una pequeña computadora a cada niño, estudio gratuito en la Universidad de El Salvador, los centros de Ciudad Mujer, el desayuno escolar, y un muy, pero muy largo etc. Y por estos logros que le dan popularidad al FMLN, por supuesto que se preocupan, tanto el imperio como la derecha local, y han abierto un nuevo frente de guerra: el llamado al voto nulo, para retroceder hasta cuando los militares destripaban gente con las tanquetas, colgaban a los reos políticos para torturarlos, efectuaban vuelos de la muerte, sacaban gente de sus casas en la medianoche y la desaparecían. Ahora todo eso ya no existe, gracias a los 12 años de lucha revolucionaria del FMLN, sin embargo para muchos ilusos o perversos, no ha habido cambios, no se ha hecho nada, no hay que votar por el FMLN. En su vileza tratan de ocultar todos los programas sociales que ahora se impulsan y la millonaria inversión del gobierno en ellos, e insultan al gobierno cuando les place, sin reparar que antes, con ser de oposición manifiesta se era "hombre muerto".

 

Por otro lado, dentro de esa complejidad, su posible carta: GANA, no logra despegar, y yo me pregunto en voz alta: no será el "Movimiento Nuevas Ideas" que se le antoja al imperio como la carta idónea para provocar una primavera celeste salvadoreña.

 

Veamos por ejemplo, las nuevas ideas, tan cacareadas y repetidas por un montón de periquitos, en qué consisten. Tratemos de examinar una de esas ideas y nos encontraremos con que no conocemos ni una de esas nuevas ideas, que detrás del mote no hay ninguna idea concreta, ni un plan de gobierno, y ninguna ideología que lo respalde, bueno, por el momento, luego vendrán los recortes que caracterizan al neoliberalismo y los incautos seguidores caerán en la cuenta de que se trata de una derecha que pretende ser más inteligente, para tener el espacio político que le permitan servir a los Estados Unidos.

 

Y me permito apostar a que -dejemos el tiempo pasar- veremos a todos los que ahora corren detrás de ese caudal de ideas que nadie conoce, decir: "Es que yo nunca creí que..." "Me engañaron", "Me han traicionado", "¡Qué bárbaro!", "De haber sabido...", pero ya será tarde y se habrá perdido todo lo que estos dos gobiernos del FMLN han logrado avanzar en beneficio de la población, a pesar de nadar contra corriente, con una camisa de fuerza y frente a un aparato de Estado que la derecha ha venido blindando desde hace ya casi doscientos años.

 

Los celestinos, que así los llaman, por el color celeste que han adoptado como bandera, lejos de un plan de gobierno, de presentar siquiera una de esas "Nuevas Ideas", se dedican a atacar al FMLN y llamar al voto nulo, esgrimiendo que ARENA Y EL FMLN son lo mismo. Una diatriba que sin duda favorece a la derecha y al imperio, o más bien al imperio, porque ARENA, lo repito, ya no es la carta imperial, aunque se sirvan de ellos para sus fines más oscuros.

 

Se trata entonces de gastar políticamente al FMLN, para que al llegar a las elecciones presidenciales, el imperio pueda usar como su carta, a un candidato no desgastado, que al subir al "ring", esté fresco para contender con el FMLN.

 

Lo que pasa en Ecuador con Rafael Correa, en Brasil con Dilma Rousseff y con Inácio Lula da Silva, lo de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, la arremetida contra Evo Morales en Bolivia, no solo nos ayuda a comprender lo que pasa en Venezuela y la actitud guerrerista de Santos en Colombia, sino que nos da luces que disipan la densa niebla que cubre el territorio político salvadoreño.

 

Para invadir a Venezuela, como lo hicieron en Irak y en Libia, los Estados Unidos necesitan un Triángulo de Centroamérica sólido, y no es el caso, hace falta amarrar bien a El Salvador, porque nadie les puede asegurar que si invaden a Venezuela, ya sea directamente o por intermedio de Santos en Colombia, la región se va a quedar tranquila y no se prenda un fuego que se propague hasta el norte. Recordemos que en América hay una tradición de internacionalismo y de lucha, con numerosos movimientos guerrilleros antiimperialistas a lo largo de todo el continente.

 

El embate de la derecha es brutal, se puede apreciar en las redes sociales y en los medios de la derecha, y la izquierda debe cerrar filas, plantarse bien, pasar a la resistencia para tomar aliento y contraatacar; debe ponerse codo con codo, eliminar las diferencias y ver lo que la une, sus intereses en común. Pero para eso, como primer paso es necesario comprender la gravedad del momento que vive el continente. Si no se logra comprender se corre el riesgo de perder todos los avances que se han logrado y regresar a un pasado sombrío y manchado con sangre del pueblo.

 

En El Salvador el imperio a copado la corte suprema de Justicia tomándose la Sala de lo Constitucional, controla la Fiscalía General de la República, a la par que ARENA guarda funcionarios afines, que aparentando no meterse en nada hacen labor de zapa, y funcionarios que atienden al contribuyente a desgano para que se culpe al gobierno del FMLN. Al mismo tiempo el imperio mantiene una ocupación silenciosa, y ocupa la mente de muchas gentes inocentes, ingenuas o tontas.

 

Qué sentido tiene entonces que alguien llame a la división, a retroceder en las libertades democráticas, que tanto dolor y sangre han costado, anulando el voto. Qué se puede pensar, qué se puede responder.

 

Esa es la importancia que tiene para los salvadoreños romper ese cerco, votando masivamente para ayudar a que el FMLN obtenga más diputados y más alcaldes para seguir avanzando.

 

Pensemos en que la dirigencia del FMLN condujo la guerra y obligaron al enemigo a sentarse para negociar la paz. Pero y ahora, esta antigua organización guerrillera, que llegó a ser símbolo de la América rebelde, ¿tendrá la capacidad de ganar esta otra batalla que se avecina?

 

La arremetida de la derecha y los discretos métodos de propaganda y de guerra psicológica imperial, ¿habrán logrado doblegar al pueblo salvadoreño para que por sí sólo regrese al pasado?

 

Es tiempo de guerra, digámoslo sin romanticismo, y no debe olvidarse la gravedad del momento. Como se definan las cosas en El Salvador, importa a todos los patriotas del continente, porque el continente es un inmenso tablero donde los Estados Unidos también juega sus cartas para mantener la hegemonía mundial, cada país es un peón que le permite avanzar o retroceder en el teatro continental de operaciones. Hay pues en todo esto, responsabilidad frente a la historia y frente a las nuevas generaciones.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/191225
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