¿La desquiciada dictadura perfecta?

19/01/2018
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Un poco de filosofía nos viene bien. Un poco de ello en medio del caos, la batahola, el disenso, la discordia, el reclamo, la inconformidad, la lucha contra lo injusto, en fin.

 

La perfección es un anhelo del hombre para que sus fines humanos logren las aspiraciones que va alcanzando poco a poco. Tal vez también necesitemos un poco de metafísica con el objetivo de trascender un tanto la materialidad vulgar en que se nos ha colocado en la sociedad de la perversión que han construido las élites dominantes de la nación.

 

Tal vez en ese afán de asentar definitivamente el modelo neoliberal fascista, construido y asesorado por especialistas extranjeros, dependientes de los servicios de inteligencia del Departamento de Estado Norteamericano, aunado a quienes son propietarios de todo cuanto pueda considerarse fuente de riqueza y riqueza concreta, hoy siguen poniendo el techo del edificio que comenzaron a levantar en el año 2009, en sus afanes anticomunistas que asolan al planeta y que solo aquellos países liberados y fuertes han sabido sobreponerse a la infamia imperial hegemónica y a las satrapías locales.

 

Hace algún tiempo, a lo mejor unos cuatros años anteriores, describí este sistema como una esfera de acero sin ninguna hendidura que la pusiera en peligro de sucumbir ante la embestida de la utopía social de equidad, justicia y soberanía que pregonan y empujan los pueblos transidos por el ideal de la refundación nacional.  

 

Era solamente una descripción, pero, la esfera tiene sus hendiduras producidas por la fuerza social, los movimientos humanistas, las revoluciones pacíficas o violentas, las indignaciones políticas, los sueños de liberación.

 

Tres han sido los ingenieros contratados para la construcción del Estado Neoliberal Fascista que se ha implantado en Honduras: Roberto Micheletti, Porfirio Lobo Sosa y Juan O. Hernández. 

 

Los diseñadores arquitectos de este proyecto que se desarrolla en Honduras han sido el Departamento de Estado N.A., la CIA, la embajada norteamericana en el país, los organismos multilaterales de las distintas especies que han sido creados por el imperio a nivel mundial.

 

Estos diseñadores son responsables de causar daño a quienes se atreven a desmontar el sistema explotador, inhumano y vil. Por eso tienen en sus archivos planes desestabilizadores de regímenes populares o represores para pueblos en estado de revolución.

 

El imperio está siempre listo a aplicar sus arquitecturas neoliberales y fascistas a las naciones pobres.

 

Claro que la imposición del modelo ha necesitado el sacrificio del pueblo, sobre todo, en aquellos que se han entregado a la lucha con alma, vida y corazón, quienes han sido perseguidos, capturados, torturados, unos han sido asesinados, otros han sido judicializados y condenados por el sistema intolerante.

 

Si el sistema se define por que existe un todo compuesto por partes que constituyen la totalidad, en Honduras, la dictadura fue concebida de antemano, en un período de gestación eminentemente legislativa. La dictadura fue debidamente planificada hasta conducirla al estado actual en que hoy nos encontramos.

 

El dictador es el vértice ejecutor de un conjunto medidas planificadas para funcionarios políticos, militares, financieros, religiosos, mediáticos, economistas, etc., que desempeñan en sus fuerzas de tarea, las funciones que están destinadas hacia los fines que en la práctica conoce el pueblo hondureño.

 

La dictadura orlandista no es sólo el ambicioso afán personal del tirano, sino un modelo que el imperio ha practicado a lo largo y ancho del continente latinoamericano durante gran parte del siglo XX y ahora del siglo XXI, con las transformaciones necesarias para ponerse al filo de los tiempos nuevos.

 

Así suceden los nombramientos ilegales de ciertos funcionarios de instituciones autónomas como la Fiscalía General, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Supremo Electoral, el Tribunal Supremo Electoral, la Procuraduría General de la República.

 

El dictador ya llegado al poder fraudulentamente, compró los diputados necesarios para proseguir su satrapía sin obstáculo alguno, más tarde cambió la Corte Suprema de Justicia y avanzó paralelamente con el asalto a toda la institucionalidad posible con el objetivo de perpetuarse él y la élite multivariada que lo acompaña como subsidiaria de su dictadura espeluznante.

 

Es por ello que no existe en este momento espacio, tiempo, circunstancia capaz de proceder a usar las garantías constitucionales como catapulta de defensa cuando se han violado todos los artículos referentes a los derechos humanos, democráticos, en fin a toda la plataforma esencial de una sociedad justa como es el fin de la carta fundamental de la nación.

 

Su dictadura ha sido montada arrasando toda la democracia posible, es como una camisa de fuerza contra el pueblo, hoy en estado de insurrección. . Y para ello usando las arcas del estado no ha escatimado dinero alguno para comprar magistrados (de todos los tipos que posee el Estado), diputados, militares, jueces, rectores, medios de comunicación, periodistas (los más subvencionados hasta el hartazgo), dirigentes obreros, campesinos, líderes de partidos grandes y pequeños, directores de organizaciones no gubernamentales, todo aquello que significa institucionalidad que pudiera anteponerse a su patológica ambición tiránica.

 

Es que él sátrapa, dictador, tirano, déspota, autócrata, se ha propuesto lograr la dictadura perfecta. Es decir aquella dictadura que controlando todo el andamiaje institucional pudiera sobrevivir a la hecatombe más hiperbólica posible de un pueblo en estado de insurrección, porque en su desquiciada y retorcidamente está elaborada la dictadura más larga en el tiempo igual o superior a la de sus maestros Tiburcio Carías Andino, Anastasio Somoza, Augusto Pinochet, Jorge Rafael Videla, en fin.

 

Es un sueño de un sociópata alimentado por el imperio, aupado, defendido y enaltecido por la élite local enriquecida por sus dádivas financieras, políticas.

 

Ha logrado crear una unidad de dictadorzuelos émulos del sumo sacerdote, de su mesías desquiciado, trastornado por el poder absoluto, omnímodo, totalitario.

 

Sin embargo, siguiendo la línea del pensamiento del  poeta Pompeyo del Valle, ante la dictadura feroz y deleznable, que es la Honduras diferente a la propuesta por el sátrapa, se levanta un pueblo que en los sabios versos pompeyanos afirman proféticamente: “Pero otra Honduras de potente aurora/ decidida y total y vengadora/ alza su frente perseguida y bella/ pues una noble juventud se agita/ bajo su cielo y en su voz gravita/ el porvenir fundido en una estrella.”

 

https://www.alainet.org/es/articulo/190472
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