Pablo Kunich de Alba Tv

“Estamos construyendo una nueva televisión pública y participativa”

15/08/2017
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Durante nuestro último viaje a Venezuela hemos entrevistado a Pablo Kunich Cabrera, periodista comunitario uruguayo que vive desde hace años en Venezuela y trabaja para Alba TV. Kunich, dirigente de la Federación de los estudiantes en su país, proviene de los movimientos anárquicos y se ha transferido a Venezuela en el 2006.

 

- ¿Cuál es el proyecto de Alba TV?

 

Se trata de una televisión popular que transmite en buena parte del país. El proyecto nace a finales del 2006, cuando se concluye el Congreso de comunicación hacia el socialismo, el primero y único que se ha tenido hasta ahora. Participaron diversos actores sociales y organizaciones como la Vía Campesina, muchos medios comunitarios de Venezuela, TV comunitarias y radios que comenzaban a nacer y varios movimientos del continente. En aquella ocasión han sido tomadas dos decisiones importantes: la creación de una plataforma para formar, producir y articular contenidos; el apoyo a la decisión del Estado Venezolano de no renovar la concesión al canal de derecha Rctv, uno de los actores del golpe contra Chávez en 2002. Desde entonces han sucedido muchas cosas. En un primer período, Alba TV ha recibido apoyo del Estado para infraestructura, luego no más y ahora funcionamos en modo independiente, reivindicando la idea de comunicación popular y participativa. Nuestra línea editorial se construye en la relación con los movimientos sociales: movimientos feministas, colectivos.... Estamos construyendo una nueva televisión pública y participativa: pública en el sentido de no estatal, en nuestro caso. Un desafío y una provocación también al Estado fruto de una revolución participativa y protagonista, para que haga siempre más participativos nuestros canales públicos, pero también a los medios comunitarios, que deben extender la comunicación desde abajo a todo el país, salir de los micro-proyectos y de los particularismos. Como decía, nos acompañan movimientos sociales como Alba Movimientos, Vía Campesina y otros. Tenemos una página Web, una TV digital abierta y está naciendo una escuela de formación en comunicación.

 

- La ley sobre medios comunitarios y alternativos tiene parcialmente reducido el latifundio mediático, pero hay mucho por hacer todavía. ¿Cuáles son sus propuestas para la Asamblea Nacional Constituyente?

 

La ley sobre la comunicación popular ha sido aprobada cuando ya estábamos cambiando las relaciones de fuerza, cuando la mayoría chavista estaba ya fracturada fuertemente. Así cuando las derechas han vencido en el Parlamento, en el 2015, han tratado de anular uno de los cinco poderes existentes, y de hacer mover las cosas en sentido contrario: por esto la ley no ha podido ser ratificada y regulada. Lamentablemente el latifundio mediático ha sido sólo erosionado, la mayoría de los medios de comunicación queda en manos de los privados. Proponemos a la Constituyente que en la Carta Magna el 33% del espectro radioeléctrico sea para la comunicación no lucrativa. La ley dice sólo que todos los medios deben tener un porcentaje mínimo de producción nacional y contenido social, pero la propiedad y el usufructo del espectro radioeléctrico no están regulados. Algunos ven esta propuesta como una propuesta reformista, dicen: si estamos haciendo una revolución, debemos tomarnos todo. Yo estoy de acuerdo sobre el principio, pero mientras tanto es necesario garantizar la posibilidad concreta de hacer comunicación, sobretodo en el campo digital. Las derechas tienen medios enormes, reducir el latifundio mediático es fundamental.

 

¿De cuáles recursos disponen los medios comunitarios, existe financiamiento estatal?

 

En teoría sí, pero como decía no son regulados. Por ejemplo, está en la ley una disposición importante que impone un impuesto a los medios privados para financiar los medios comunitarios, está previsto un Consejo de la comunicación popular. La revolución bolivariana ha apoyado mucho a la comunicación alternativa, pero ha habido también un déficit de nuestra parte que muy frecuentemente nos hemos contentado con permanecer en pequeño, en la sostenibilidad y no hemos crecido como proyecto participativo, más en contacto con la gente, en la batalla de las ideas.

 

- Para aprovechar de las leyes sobre medios comunitarios han estado también las iglesias evangélicas, siempre más potentes.

 

Sí, es un fenómeno en crecimiento en toda la América Latina, que busca imponer una hegemonía conservadora en el curso de las cosas. Una verdadera amenaza a la libertad de expresión. Las iglesias evangélicas ocupan el espectro radioeléctrico, interfieren con nuestras transmisiones, buscando desviar nuestra base con posiciones machistas, homófobas, que son una amenaza para el progreso de los derechos a la autodeterminación de nuestras compañeras, para los derechos reproductivos, para el reconocimiento de género de las personas trans y muchas otras cosas que van en sentido contrario al discurso de los evangélicos. También si muchos líderes del chavismo se dicen católicos, Venezuela es una República laica. Sé que algunos sectores del chavismo han hecho un pacto de no beligerancia con ellos, un tema del que casi no se habla. Donde nosotros se dice: “pan para hoy, hambre para mañana”. Hacer crecer movimientos reaccionarios como estos puede ser peligroso porque su ideología no se conjuga con el socialismo, y el gran poder que ejercitan es peligroso.

 

- Tú vienes de una militancia anárquica. ¿Es verdad que entre los guarimberos que queman chavistas y afrovenezolanos hay grupos anárquicos? Y ¿cómo se explica?

 

Mientras yo vengo de una tradición libertaria, pero organizada, y del anarquismo latinoamericano, que no reniega la identificación con nuestra historia y con nuestros pueblos, los grupitos de quienes se dedican al onanismo intelectual, se dicen anárquicos pero son de clase media o medio alta, o pequeños burgueses que dicen defender su causa pero apoyan a los fascistas. Es necesario saber que en Venezuela, gran parte de los líderes de oposición como Capriles viene de una secta que se llama Tradición y Familia, nacida en Brasil y difundida también en Uruguay. - ¿Cómo se puede llegar a esto? Dicen defender los derechos humanos, aquellos anárquicos deberían por lo menos preguntárselo. Y luego se debería ir más allá de la identificación de la revolución bolivariana con sus líderes. No está sólo el Estado, el gobierno, hay un proceso de autogobierno, de poder popular que impulsa a democratizar todo el poder. Hay semillas libertarias, de autogobierno y de autonomía de clase muy presentes y fuertes y que deben ser consolidados en la Asamblea Nacional Constituyente: similares a aquellos de las comunidades zapatistas, similares a las comunidades que están naciendo en las zonas de las FARC en Colombia, en las comunidades indígenas en Bolivia... el poder popular no está con la oligarquía que financia las guarimbas.

 

- ¿Quiénes son los guarimberos, cuál es la composición social de la llamada “resistencia”?

 

Hay varios grupos: la gente de oposición que protesta contra el gobierno porque no comparte el proyecto, y que respetamos. Luego están los grupos de shock organizados, que responden a los partidos de oposición como Primero Justicia y Voluntad Popular o Vente Venezuela. Grupos de clase medio alta y alta, muy bien equipados, entrenados y armados para provocar violencia. Su fuerza, que ahora se va reduciendo, está en los barrios ricos. Yo vivo en Catia, un grande barrio popular y en todos estos meses no he visto nunca una guarimba. La burguesía financia además a bandas armadas que pueden también ser de clases populares y que actúan por dinero o por la droga como el captagon, que les hace insensibles a la fatiga y al dolor. Son utilizados también muchachitos: carne de cañón en defensa de los intereses de las clases dominantes. Lo que los medios esconden es que la mayor parte de las víctimas pertenece a las clases trabajadoras, chavista o gente pobre que ha sido asesinada por caso, que no manifestaba, o también fuerzas del orden. Y cuando ha habido un exagerado uso de la fuerza pública, los funcionarios han sido arrestados. ¿Se puede decir lo mismo en Europa o en los Estados Unidos?.

 

13.08.2017

 

Traducción Gabriela Pereira

 

https://www.alainet.org/es/articulo/187423
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