La Geografía de los muertos: los mapas de fosas comunes en Colombia

28/06/2017
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 … Sos una cloaca que no vales nada.

Frase escuchada

 

I Parte

 

Empezar a escribir sobre una geografía de los muertos, es pensar en los ciudadanos con vida que no se saben dónde están. Es traer a la memoria sobre los miles de ciudadanos que se ignora dónde están, si están sepultados con identidad desconocida ¿En qué lugar hallarlos? Ese marasmo que implica empezar por indagar y esclarecer ¿Están vivos? ¿Dónde están?  ¿Qué les hicieron? ¿Dónde se los llevaron? ¿Quién los asesinó? ¿Dónde están ubicados? ¿En qué lugar los enterraron? ¿Cómo desenterrarlos?  ¿Cómo develar la presencia de otro?, sin duda es la angustia de los familiares de las víctimas. En consecuencia, significa trazar múltiples rutas de trabajo, de intereses, de fuentes de información e intención de parte de los familiares de las víctimas, ante la fuerza, el poder de los victimarios que se desea que permanezcan ocultos.

 

Esta significación, implica transitar en la geografía de los muertos: un espacio inmerso no solo en terrenos extensos de una geografía física, sino en la representación de la vida y la existencia de miles de ciudadanos en un conglomerado social. Es la representación de una geografía del lugar del ausente, es decir el “desaparecido”, el “eliminado” que sinuosamente se halla en un espacio geográfico que no conocemos. En ese trayecto reposan miles de seres esperan ser develados y que se hallan bajo un territorio político, escindido por lo oculto. En Colombia 80.000 mil desaparecidos aproximadamente, esperan salir traídos a la luz de la memoria de una sociedad que se ha destacado por tratar el tema de la manera más ínfima. Esta representación cartográfica tiene que ver con tres factores: 1. La identidad – ciudadanos con una vida cotidiana que se convierten en cuerpos políticos con identidad desconocida 2. El territorio- como representación sobre el ocultamiento geográfico de los desaparecidos, los enterrados de manera indiscriminada que permanecen inexorablemente a lo largo del tiempo en una cartografía de fosas comunes, es decir, en un sitio, en un lugar y 3. El ejercicio desde lo político como coerción del territorio.

 

En esta dimensión, se hace indispensable ejercer acciones con relación a los ciudadanos desaparecidos, su número identidad, su mapa de vida como trayecto los cuales permanecen ocultos. En efecto, son aquellos quienes desde su lugar de nacimiento transitan en un trayecto hasta el día que los desaparecieron. Un trayecto del cuerpo, del ser infinitamente in-visibilizado en manos de la imposición del terror de otro.  

 

En esta representación territorial, la geografía de los muertos requiere la construcción de una Cartografía de Mapas de los desaparecidos.[1] De hecho, una cartografía temática en la construcción de los mapas como herramienta de análisis para el proceso social en el esclarecimiento de la verdad. De esta manera implica una realización de mapas locales de fosas comunes, como respuesta una modelización cartográfica en el país.  La representación de los Mapas de Fosas Comunes, sobre los miles de ciudadanos desaparecidos por la guerra, es decir   sobre la violencia sistemática, perpetrada en los diversos espacios geográficos y en los múltiples territorios en Colombia es de gran reto para que exista una verdadera Paz y una memoria sobre la catástrofe que no concluye en Colombia, en el universo.

 

I. La representación del horror: enterramiento en Fosas Comunes en Colombia.

 

En Colombia se tiene una estadística de fosas comunes, pero aún se sigue sin contar el número de desaparecidos como responsabilidad del Estado, bajo sus crímenes perpetrados durante diversos periodos.[2] El tema de los mapas de fosas comunes es de gran complejidad y magnitud, en términos de lo que significa la memoria histórica, el esclarecimiento de la verdad sobre diversos acontecimientos de muerte y hechos ocurridos para miles de ciudadanos en el territorio nacional

 

En la geografía colombiana hay 85.000 ciudadanos desaparecidos, de los cuales, no se sabe cuántos hay como sepultados como NN[3]. Se estima que yacen 45 mil ciudadanos en fosas comunes. Esto implica un reto histórico no solo, para las víctimas, sino para toda una sociedad. Los cuerpos con identidad desconocida, enterrados implica, una representación territorial, en un lugar posiblemente no geo-referenciado o bajo otras localizaciones geográficas.

 

El Mapa como esclarecimiento de la verdad

 

Mapas de fosas comunes

 

La cartografía tiene un significado territorial, de factores multivariados en relación con la identidad y la memoria de un pueblo. El mapa como representación tiene un significado geo-histórico y político.  En este sentido el mapa de los desaparecidos, abre reflexiones y diálogos sobre el proceso de identidad, el cual permite una fuerza territorial a las huellas de la memoria: la revelación de cientos de individuos eliminados sin nombre, identidad y sin lugar.  El mapa en los términos de la memoria y el trayecto que este  contenga,  permite  vías para el esclarecimiento de la  verdad y la memoria histórica,  sobre los  miles de personas desaparecidos y enterrados en  fosas por más de 60 años de guerra  en Colombia.

 

 El mapa de fosa común es una representación geográfica, de acontecimientos asociados a  un mundo invisible, individual, colectivo, permanente, cargado  bajo una ideología de guerra que se relaciona íntimamente con  el trayecto político de un pueblo, en un paisaje,  un espacio geográfico, donde  los ciudadanos son enterrados como NN  en un territorio con identidades  de carácter emergente  

 

Los mapas de fosas comunes, son representaciones de una violencia impuesta por el estado u otros factores de violencia de forma territorial, realizada mediante asesinatos sistemáticos. El mapa de los desaparecidos tiene un significado territorial, de factores multivariados en relación con la identidad y la memoria de un pueblo que yace en una fosa común. Más allá es precisar el sentido del mapa, en los términos de la memoria y el trayecto que esta contenga, para el esclarecimiento de la verdad y la memoria histórica sobre los miles de personas desaparecidos y enterrados en más de 60 años de guerra en Colombia, donde el gran recto y lo acordado con las FARC-EP, es marcar un derrotero de acciones para el esclarecimiento de la verdad.

 

Nota: Este trabajo que hace parte de un libro en edición para publicar entre el 2017 y 2018

 

María Fernanda Quintero Alzate

Geógrafa, estudiante de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Libre en Cali. Investigadora en Memoria, territorio y Derechos Humanos.

 

[1] Según la noticia:   La Macarena es una las fosas comunes más grande del mundo, con más de 460 cuerpos enterrados sin identificar. De acuerdo con la fiscalía en el año 2016  son más de 2.300 los cuerpos que fueron enterrados en cuatro cementerios de los Llanos Orientales   (radio, 2016)

[2] La Fiscalía exhumó 1.010 cuerpos solo en cuatro cementerios en el Meta. (radio, 2016)

[3] En los registros de la fiscalía  constan  65.668 desapariciones atribuibles a delitos como el secuestro u otras acciones. (Espectador, 2013)

https://www.alainet.org/es/articulo/186466
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