Relaciones diplomáticas

23/01/2017
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Al seleccionar algunas definiciones sobre lo que son las relaciones diplomáticas y como deben conducirse estas, hemos tenido el siguiente resultado:

 

“Sentido común y comprensión aplicados a las relaciones internacionales. La aplicación de la inteligencia y el tacto a la dirección de las relaciones oficiales entre Gobiernos de Estados independientes” (Nicolson)

 

“La conducción de las relaciones internacionales por negociación, más que por la fuerza, la propaganda, o el recurso del derecho, y por otros medios pacíficos – como recabar información o generar buena voluntad- que están directa o indirectamente diseñados para promover la negociación. Una actividad esencialmente política y una institución del sistema internacional” (Berridge)

 

Se denomina Agente Diplomático a la persona que ha sido acreditada como representante de un país en otro y que, junto con otro personal diplomático, forma parte de la Misión Diplomática

 

Las funciones de las misiones diplomáticas permanentes ante los Estados se enuncian en el artículo 3 de la Convención de Viena de 1961 y son:

 

La representación del Estado acreditante.

 

La protección de los intereses de Estado acreditante y de sus nacionales.

 

La negociación.

 

La observación por todos los medios lícitos de las condiciones y acontecimientos del Estado receptor para luego informar de ella a su Estado

 

El fomento y desarrollo de las relaciones amistosas, diplomáticas, económicas, culturales, científicas y otras entre ambos Estados.

 

El 17 de diciembre del año 2014 Cuba y Estados Unidos decidieron reanudar las relaciones diplomáticas que habían sido interrumpidas el 3 de enero de 1961. La reanudación de relaciones diplomáticas es un acto entre estados, independientemente del gobierno que en un momento determinado se encuentre al frente del estado. Reanudamos las relaciones con un país donde Obama era el presidente, ahora las mantenemos con el mismo país, donde Trump es el presidente.

 

La decisión de quien ocupa el gobierno de un estado determinado y el sistema político que estará vigente en el mismo, es un problema interno de cada estado, acorde a la Constitución promulgada en el mismo y las leyes que rigen su sistema electoral, económico, político y social. Pudiera decirse que la frase de Benito Juárez “El respeto al derecho ajeno es la paz” sintetiza todo esto.

 

Cuba ha denunciado, en múltiples oportunidades, las acciones realizadas por distintas administraciones, demócratas y republicanas, con el fin de destruir la Revolución Cubana. Estas acciones forman una larga lista que comienza en época de Eisenhower y continúan hasta la de Obama. Seguramente que la lista no ha terminado de crecer.

 

Algunos cifrando sus esperanzas en acciones paramilitares, la agresión y la hostilidad, mientras que otros consideraron más acertado el camino de la destrucción mediante el mantenimiento de la agresión económica, el dividir a nuestro pueblo, la subversión política ideológica y la lucha contra otros países hermanos, como Venezuela, para limitar al máximo la ayuda solidaria que pudiéramos obtener por medio de los mismos.

 

Una nueva administración asumió el poder en Estados Unidos, país con el que tenemos relaciones diplomáticas.

 

Un grupo de personas, contrarias a la Revolución Cubana se han acercado a los funcionarios de la nueva administración con el fin de influenciarlos en contra nuestra. Se ha planteado que una serie de decisiones fundamentadas en la Orden Ejecutiva, más documentos de distinta índole, firmados entre ambos países, están sujetos a una posible revisión. Nuestros enemigos quieren el regreso al pasado, pero nosotros, lo que deseamos y nuestro interés, es continuar avanzando.

 

Este es el momento crucial para infringirles una nueva derrota a los enemigos de la Revolución y continuar con los planes iniciados durante la administración Obama. Para lograr eso adoptamos nuevamente las tácticas de la Ofensiva Revolucionaria, llevar nuestras realidades, ideas y pensamiento a la mayor cantidad de lugares posibles dentro de la nueva administración estadounidense, incluyendo además los miembros del Congreso y los grupos de lobistas que por sus intereses económicos y científicos, están a favor de una mayor apertura hacia Cuba.

 

Muy acertado el envío a Estados Unidos y el recibir en Cuba delegaciones para continuar conversando sobre el futuro de nuestras relaciones económicas y comerciales. Continuar ofreciendo oportunidades para todo aquel interesado en vendernos sus productos o adquirir los nuestros, en incrementar los contactos científicos y educacionales. En fin, mantener nuestra presencia y negociaciones en todo aquello que sea posible, aprovechar lo que avanzamos con Obama y tratar de que eso se convierta en parte de la influencia necesaria en las decisiones que tome el equipo de Trump.

 

Cómo recomendación, no involucrarnos ni tratar de influir en los asuntos internos de Estados Unidos, como también exigimos que Estados Unidos no se involucre en los asuntos internos de Cuba.

 

Los cubanos siempre nos hemos destacado por defender nuestra patria, nuestras ideas, nuestros principios, nuestra soberanía y nuestra independencia. No podemos dejar que la influencia de los enemigos de la revolución avance, sin encontrar a su paso, impidiéndolo, a nuestros mambises, machete en mano, rememorando la carga que pidió Rubén Martínez Villena para completar la obra de la Revolución.

 

22 de enero del 2017

 

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu

 

https://www.alainet.org/es/articulo/183043
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