La esperanza democrática fallida en Grecia

02/09/2015
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  • Opinión
Merkel   Tsipras Merkel   Tsipras
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“Sólo en películas de terror se ven escenas tan sádicas como las del 13 de julio pasado en Bruselas, cuando el primer ministro griego Alexis Tsipras –herido, derrotado, humillado– tuvo que acatar en público y cabizbajo, el dictado de la canciller de Alemania, Angela Merkel, renunciando así a su programa de liberación, por el cual fue elegido y el cual precisamente acababa de ser ratificado por su pueblo mediante referéndum”.

 

Así, con su reconocida genialidad, describió el intelectual y periodista francés Ignacio Ramonet el triste acontecimiento de la aparente castración política de quien sembrara tantas esperanzas de un renacer de la dignidad nacional, no solo en Grecia, sino en toda Europa.

 

Tsipras y su formación política, Syriza, lanzaron una intensa campaña que prometía conducir a los griegos a la recuperación de su soberanía mediante un proyecto alternativo antineoliberal, de austeridad y contrario a la política de recortes. Sometieron su programa a la consideración ciudadana, lograron para él una gran aceptación y ganaron las elecciones. Luego, obtuvieron legitimidad máxima para su proyecto político cuando Tsipras asumió el cargo de Primer Ministro en enero de 2015.

 

Solo el Partido Comunista de Grecia, una fuerza históricamente muy vigorosa en el panorama político de la nación helénica, había advertido con mucha anticipación contra el programa de Tsipras. “Syriza es un partido oportunista, que se califica como de izquierdas, pero se ha transformado en el partido socialdemócrata elegido por la burguesía para manejar la crisis e impedir la aplicación de políticas favorables al pueblo”, advirtió reiteradamente el PCG, nadando contra la corriente del enorme apoyo popular a la campaña de Tsipras. “En su breve período de gobierno -en coalición con el partido nacionalista de los Griegos Independientes (Anel)-, Syriza no sólo no abolió los dos memorandos (acuerdos) anteriores con los tres principales acreedores del país (Unión Europea, FMI y Banco Central Europeo) ni la mayoría de las 400 leyes antipopulares de los gobiernos anteriores, sino que las implementó, y de hecho aprobó en el parlamento un tercer memorando aún más doloroso con las potencias imperialistas”.

 

“Durante estos pocos meses que ejerció el poder, el gobierno llamado de izquierda-patriótica ha operado firmemente en el marco de la participación del país en las uniones imperialistas de la OTAN, la Unión Europea y la alianza estratégica con EEUU. Ha participado en todas las misiones y los ejercicios de la OTAN, ha organizado ejercicios militares -incluso con Israel-, ha prometido la creación de una nueva base de EEUU-OTAN (en la isla de Kárpatos) y ha votado en la Unión Europea por la ampliación y fortalecimiento de la guerra comercial contra Rusia”, asevera el PCG.

 

Según información difundida por la Sección de Relaciones Internacionales del Comité Central de PCG, el Secretario General de esa organización política, Dimitris Kutsumbas, ha manifestado que para entender la situación política que vive Grecia hay que conocer algunos datos sobre la historia del fenómeno Syriza:

 

“Syriza se constituyó como una unificación de distintas fuerzas que se alejaron del PCG en la década de los noventa, influenciadas por las ideas de Gorbachov, luego de haber intentado, sin éxito, la socialdemocratización y autodisolución organizativa del PCG.  “Eran fuerzas que se habían juntado anteriormente, en 1968, influidas por la corriente eurocomunista.

 

“Su núcleo fundamental se llamaba Synaspismos (SYN), siempre con un programa reformista de gestión socialdemócrata.

 

“A partir de los inicios de la década de 2000, con la conversión posterior de SYN en Syriza, este programa se vistió de radical, antisistema y movimientista, hecho que se fortaleció después del año 2010, con  el estallido de la crisis económica capitalista. La firma de los antipopulares memorándums por los gobiernos de Pasok y ND con los organismos imperialistas (UE, FMI, BCE), acompañados de duras medidas antipopulares, llevaron a Syriza a la adopción de una línea anti-memorándum. Simultáneamente, una precipitada disgregación del partido socialdemócrata Pasok condujo a la absorción de varios cuadros de esa formación por Syriza.

 

“Durante los seis meses de gobierno de Syriza-Anel, el pueblo griego se vio enfrentado a un tercer memorándum, con nuevas medidas antiobreras y antipopulares”.

 

El ex primer ministro Tsipras, quien tras renunciar al cargo el 20 de agosto convocó a nuevas elecciones que tendrán lugar el 20 de septiembre, participará como candidato “para terminar lo iniciado hace siete meses”, enfrentado ahora a un nuevo partido izquierdista denominado Unidad Popular, formado por los diputados que abandonaron Syriza.

 

Las últimas encuestas han posicionado a Alexis Tsipras como favorito en la intención de voto, sólo que ahora con un margen muy estrecho sobre el partido conservador Nueva Democracia.

 

http://manuelyepe.wordpress.com/

https://www.alainet.org/es/articulo/172120
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