Un negocio gordo en países hambreados: realidad intragable

Obesidad, crisis alimentaria y guerra mediática

04/08/2008
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"En las escuelas públicas se venden bebidas y alimentos que deberían haberse prohibido dentro de los recintos, al mismo tiempo que los presupuestos para atender todas estas enfermedades por conducto del sistema de salud pública –como en todo el mundo –  se achican."  Marco Rascón[1]

 

Demagogia obesa, ¿cuánto quieres seguir perdiendo?

 

Con la coartada burguesa, de gobiernos y empresarios, (farandulizados) que dicen "ocuparse de la obesidad" ayudándose con los mass media, se abre un brazo ideológico armado con demagogia "inteligente" que se cree genial e intocable. Sus publicistas fallaron de nuevo.  A la estética burguesa que, principalmente, le gustan los negocios, cualquier cosa sirve de pretexto para acendrar su obsesión acumuladora, sus formas de explotación insaciable y sus galimatías alienantes. Los "gordos" no tenían por qué ser excepción en las pasarelas "reality" donde el pontificado publicista derrocha obscenidad y vulgaridad a la vista de todos. Y encima quieren convencernos de que "lo hacen por el bien" de los "gorditos". "El grupo El Poder del Consumidor denunció que esta cadena televisiva (TELEVISA) es corresponsable de la "epidemia de obesidad" de la población mexicana, debido al gran número de anuncios publicitarios de comida chatarra que difunde, en especial en horario de audiencia infantil... "una inspiración para todo México", país catalogado como el segundo en cuanto a número de obesos en el mundo. "La empresa presenta este reality show como una oportunidad de promover hábitos más sanos entre la población sin reconocer ni cambiar las prácticas que han convertido a esta televisora en una de las principales causas del ambiente obesogénico y, por lo tanto, de la epidemia de obesidad que afecta a los mexicanos"... El Poder del Consumidor exigió al presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, "reformas en su programación con la finalidad de que la empresa sea responsable socialmente con el mayor problema de salud pública que vive el país".[2]

 

Y a ellos, quizá por eso, se les ocurrió producir un programa televisivo con "gorditos". "Varias motivaciones se mueven (SIC) en el programa, como vestir un traje, pedir matrimonio a sus parejas, regresar a ser como eran antes, sentirse saludables, encontrar novio, etc." "¿Cuánto quieres perder?"[3].

 

Los "gordos" también lloran

 

Ahora exhiben a los "gordos" por la tele para hacer invisible un problema pesado. Por si no teníamos bastante con las telenovelas, los reality show o los concursos de cantantes, bailarines y demás... la tele se llena de morbo ahora con personas cuyos problemas de obesidad se usan para negocios gruesos disfrazados de "buenas intenciones". "La situación es tan extendida que un reality show de la televisión británica (debemos confesar que se trata de la BBC) junta a dueños obesos de perros obesos y juega a ver qué pareja de dueño y perro baja más rápido de peso."[4]  La población mundial engorda a galope. Según la Organización Mundial de la Salud, 1.600 millones de personas mayores de 15 años padecen sobrepeso y 400 millones son obesos. En 2015 las cifras pasarán de 2.300 y 700 millones, respectivamente. El capitalismo negocia de lo lindo mientras los hospitales públicos se desfondan, la inversión en salud popular es demagogia indolente y los hospitales privados se encarecen a mansalva. Ya hay una moda para "gordas" que ha generado ganancias por 30.000 millones de dólares. El hambre agobia al mundo.

 

La crisis alimentaria beneficia a las multinacionales monopólicas de producción, transformación y distribución de los alimentos. El problema no es la falta de alimentos sino la imposibilidad de comprarlos. Tenemos de fondo una crisis mundial en materia de alimentación, crisis facturada por el capitalismo y que se expresa directamente en el precio de los alimentos como los cereales básicos que ha aumentado descontroladamente en los meses recientes. No es una crisis coyuntural, es el capitalismo desaforado... es la Organización Mundial del Comercio y los Tratados de Libre Comercio, el pago de "deudas externas"... eternas, las privatizaciones, las dictaduras financieras del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.  Decenas de productos agrícolas aumentaron 37% en el año anterior, los cereales solamente subieron un 70%. El trigo 130%, el arroz un 100%. Paradójicamente la producción de cereales se ha triplicado mientras se generaliza el uso de combustibles de origen vegetal. Aumenta la producción de agrocombustibles y en Estados Unidos el 20% de la cosecha de cereales se usó para producir etanol. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura intuye que en un plazo muy corto la expansión de combustibles verdes dejará sentir sus efectos en la agricultura de América Latina. Hoy mismo.

 

Los alimentos quedaron secuestrados como una mercancía de mercenarios. Tierras, semillas, fertilizantes, agua… mano de obra, infraestructuras de riego... son botín de multinacionales desorbitadas que saquean y devastan el trabajo asalariado para garantizarse ganancias de obscenidad millonaria. "En el curso de los veinte años postreros, hemos asistido a una espectacular transición que ha cambiado la dieta y la salud de cientos de millones de habitantes del Tercer Mundo. En la mayoría de las naciones subdesarrolladas, la obesidad representa una amenaza sanitaria aún más grave que el hambre. En México, Egipto y Sudáfrica, por ejemplo, más de la mitad de la población adulta presenta sobrepeso (esto es, un índice de masa corporal, IMC, igual o mayor de 25) u obesidad (IMC superior a 30). Al menos uno de cada cuatro adultos pesa en exceso en casi toda Iberoamérica y gran parte del Oriente Medio y África del Norte. Ciertamente la desnutrición y las hambrunas continúan castigando el África subsahariana y el sur de Asia, pero aun así hay países de suma pobreza, como Nigeria y Uganda, que sufren el problema de la obesidad. En todo el mundo hay más de 1300 millones de personas con demasiado peso, mientras que unos 800 millones no llegan al nivel normal; la diferencia entre ambos números crece con rapidez."[5]

 

- Fernando Buen Abad Domínguez, Rebelión/ Fundación Federico Engels

https://www.alainet.org/es/articulo/129042
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