Arbol de lucha y esperanza
19/09/2004
- Opinión
Han pasado 12 meses desde el surgimiento del Bloque Popular
Social de El Salvador. Surgimos al calor de la VII Marcha Blanca
un 20 de septiembre de 2003. Surgimos marchando por las calles,
con los puños en alto, las gargantas gritando y los corazones
comprometidos con la defensa de la salud publica y en contra de
la privatización. Surgimos como un arado de lucha popular y
combativa, como una campana de denuncia.
La semilla de lucha y esperanza depositada en la tierra fértil
de la causa popular ha crecido, hemos acumulado experiencia
hemos afinado nuestra visión estratégica y hemos cumplido la
responsabilidad que asumimos: luchar por la democracia, la
justicia, la dignidad y la paz.
Con mucho orgullo proclamamos que nacimos luchando, seguimos
luchando y continuaremos luchando. Somos el pueblo de Farabundo
Martí y de Anastasio Aquino, de Gerardo Barrios y de Monseñor
Romero, de Prudencia Ayala y de Mélida Anaya Montes, de Febe
Velásquez y de Marianela García.
En un primer momento, después de nuestra creación, nos
manifestamos en contra de los tratados comerciales nefastos como
los TLC, el ALCA, y el Plan Puebla Panamá; participamos
activamente junto con el FMLN en las jornadas de la campaña
electoral de Schafik Handal; apoyamos a las comunidades del Bajo
Lempa en su Caminata por la Vida desde Usulutan hasta San
Salvador; y respaldamos la valiente gestión realizada por la
Procuradora de Derechos Humanos, Dra. Beatrice de Carrillo.
En un segundo momento, nos movilizamos por un presupuesto de la
nación justo y participativo; impulsamos la toma de tierra
urbana para familias sin viviendas; protestamos contra el alza
en las tarifas de los servicios públicos, continuamos trabajando
en apoyo a la campaña electoral de Schafik Handal; en la lucha
contra los TLC, por el derecho a la salud, contra la violencia
policial en el campo; participamos en la campaña de
alfabetización de ARPAS, en solidaridad con la revolución
bolivariana del pueblo venezolano, realizamos el Foro Campesino
Centroamericano y honramos la memoria de Monseñor Romero.
Estuvimos junto al FMLN, en un tercer momento, ratificando
nuestro compromiso de lucha luego de las elecciones; exigimos
el regreso de las tropas salvadoreñas de Irak; participamos en
las jornadas de Catedral y de lucha por la libertad de Ricardo
Monge y los dirigentes del STISSS capturados; acompañamos a las
tres sindicalistas que se crucificaron en el Centro Judicial;
organizamos la gigantesca movilización del 1 de mayo; nos
manifestamos en contra de la Ley Antidisturbios, por el agua
para las comunidades y repudiando la toma de posesión de Antonio
Saca.
Participamos- en un cuarto momento- con actividades sectoriales
-foro comunal, campesino, de jóvenes y de iglesias- orientadas
al V Foro Mesoamericano; acompañamos la marcha estudiantil del
30 de Julio; continuamos la solidaridad con el pueblo venezolano
y la demanda de que regresen nuestras tropas de Irak;
participamos en el surgimiento del Movimiento Ciudadano por la
Vida con Justicia Social; marchamos contra el alto costo de la
vida y realizamos concentraciones en BFA, CEL, INFRAMEN y Vice-
Ministerio de Transporte. Finalimos este año de lucha con la
marcha de centenares de maestros exigiendo la derogatoria del
decreto 347 este 17 de septiembre.
Concluimos este año inmersos en una serie de esfuerzos sociales
que incluyen la lucha por la tierra, por créditos y la
condonación de la deuda agraria; por la construcción de nuestra
memoria histórica y el juicio a los asesinos de Monseñor
Romero; por el medio pasaje para los estudiantes de secundaria y
la tercera edad; por la derogatoria del decreto 347; por el
reinstalo de trabajadores del ISSS; por agua para las
comunidades, por el regreso de nuestras tropas de Irak; y en
protesta por el alto costo de la vida.
Nuestro desafío principal actual es evitar que las promesas de
Saca adormezcan e inmovilicen a la población. Debemos de salir a
las calles a luchar por nuestros derechos, como lo están
haciendo ya muchas comunidades y organizaciones populares.
Hacemos un llamado a levantar la frente de la dignidad y a que
nos alcemos en resistencia contra este modelo capitalista que
nos condena a la pobreza y la exclusión. Llamamos a que cada
sector levante su bandera de lucha y a que todos y todas
levantemos la bandera azul y blanco de la patria, símbolo de la
rebelión y la protesta de nuestros antepasados, estandarte
glorioso que nos señala el camino de la lucha y de la victoria.
San Salvador, 20 de septiembre de 2004
https://www.alainet.org/es/articulo/110576?language=es
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