Debemos situarnos en un mundo globalizado y aceptar que internamente nos afecta lo que sucede fuera; la mirada exclusivamente parroquial cada vez es menos útil. Recordemos que el escenario globalizado se expresa en lo económico, con una multipolaridad regional –expresión de ello son los tratados de integración-, cultural –con unos medios de comunicación de masas que nos cambian la dimensión de tiempo y espacio, pero que a su vez genera reacciones a reivindicar las particularidades culturales-, en lo político –con el sistema de gobierno democrático- y en lo militar con la hegemonía unipolar de USA, que se afirma después del fin de la guerra fría y se consolida después del 11-9, con la política de Bush II de la guerra 'eterna' contra el terrorismo, la llamada 'guerra preventiva' o como la llamó el presidente español "bombardear por si acaso" y un desconocimiento del sistema multilateral creado por las naciones a través del tiempo. Si hacemos un ejercicio de pensar escenarios futuros – internacionales y nacionales- podríamos delinear dos probables, que sin duda pueden alterar de manera importante la política global y la nacional. A) Se profundiza la continuidad autoritaria: éste supone la reelección de Bush y que la intervención norteamericana de Irak se torne manejable, ese 'pantano' iraquí en el cual parece cada vez más entrampada la intervención de USA. En este escenario se profundizarían los procesos integracionistas en América –trátese del ALCA light o de los tratados bilaterales-. América seguirá siendo percibida por sectores conservadores de USA como dividida en dos regiones: una menos problemática hasta Panamá y América del Sur considerada, de una parte con una zona de interés estratégico, la Amazonía y de otra con una doble amenaza: en la triple frontera –Brasil, Paraguay y Argentina- y la Región Andina con tres situaciones socialmente problemática: la producción de toda la cocaína mundial, el conflicto interno armado colombiano, cada vez más regionalizado en sus efectos perversos y el llamado 'populismo radical', especialmente en el caso de Venezuela, y eventualmente Bolivia con los dirigentes cocaleros en el poder; se consolidaría la política geoestratégica de control militar por parte de USA en la región a través de mecanismos como el Plan Colombia, Iniciativa Regional Andina, Estrategia de Seguridad Nacional de USA. En lo interno colombiano: sería posible la reelección presidencial –con lo cual se iría hacia una especie de presidencialismo autoritario-, se profundizará la política de seguridad democrática y probablemente aumenten las tensiones con nuestros vecinos -especialmente Venezuela, posibilidad con la que simpatiza un sector de nuestras elites-. Esto puede entronizar una 'democracia de línea dura' y lo que Juan Luis Cebrián llama el 'fundamentalismo democrático'. B) Cambio hacia una política democrática: parte este escenario de considerar la no-reelección de Bush –ligado a un virtual colapso en la intervención en Irak y un inadecuado manejo de la economía interna-; esto significaría el triunfo del senador Kerry, que si bien muchos norteamericanos denominan un 'Bush light', significaría cambios de énfasis en la política norteamericana: regreso a un multilateralismo moderado, un incremento del rol internacional de la Unión Europea y seguramente mayores dificultades en los tratados de integración americanos (ALCA y TLC.); quizá disminuye el énfasis en una política exclusivamente militar contra cultivos ilícitos y el narcotráfico y seguramente también frente al conflicto armado interno; menos tendencia al 'confrontacionismo' global y podría darse la posibilidad –no deseable- que USA entre en una política de cierto 'aislacionismo' parcial. En lo interno colombiano: seguramente no se dará la reelección presidencial y se viabilizaría la elección de un gobierno democrático fuerte de centro-izquierda, que le abra posibilidades ciertas de una negociación 'seria' del conflicto armado interno, que lleve a su superación definitiva. En síntesis se produciría un escenario de ampliación democrática Alejo Vargas Velásquez * Alejo Vargas Velásquez es profesor Universidad Nacional.