Claves y desafíos para el nuevo mandato de la presidenta brasileña
27/10/2014
- Opinión
El triunfo de Dilma Rousseff amerita ser analizando por las claves que lo determinaron, pero también por los desafíos hacia el futuro.
Claves:
1) Dilma ganó el nordeste con un porcentaje abrumador. Con más del 70% en esa región compensó resultados adversos en el centro y sur del país. El resultado fue especialmente grandilocuente en los 150 municipios que más se han beneficiado por el programa Bolsa Familia que redujo las desigualdades en esa región, donde el PT orilló el 80% de las preferencias.
2) El PT también ganó en Minas Gerais, otrora bastión de Aécio Neves. Fernando Pimentel, nuevo gobernador el PT, es uno de los grandes ganadores por haber aportado el plus que necesitaba la presidenta en el mapa global.
3) Dilma soportó un final de campaña enrarecido, y salió adelante. Si bien en la semana previa, el rechazo a Neves crecía cuando el PT mostraba las políticas económicas del gobierno de Cardoso, la tapa de Veja, 48 horas antes, intentó un "golpe electoral" involucrando a Lula y Dilma en un supuesto caso de corrupción. La rápida respuesta de la presidenta ayudó a esclarecer el tema, pero la militancia del PSDB llegó al punto de "volantear" la revista en las cercanías a los centros electorales. A pesar del intento, la tendencia de crecimiento del PT no se revirtió.
4) El apoyo de Marina a Neves no logró dar vuelta la campaña. Era lo que esperaban los asesores tucanos, que creían que, con buena parte de esos 22 millones de votos, la diferencia sería a favor del PSDB. Como la abstención fue similar a la de la primera vuelta –20%–, queda demostrado que esos votos fueron tanto al PT como al PSDB.
5) Lula hizo un aporte decisivo. Cuando algunos medios hegemónicos hablaban de un corrimiento en la exposición pública, encabezó actos masivos en el nordeste. La influencia pública del ex presidente en spots radiales y televisivos fue central, ya que abandonó la presidencia con un 70% de aceptación a su gestión y es valorado por amplios sectores de la sociedad brasileña. Dilma le agradeció antes que nadie, en un hotel de Brasilia: "Agradezco al militante número uno de las causas de Brasil: el presidente Lula", dijo Rousseff, otorgándole simbólicamente una banda presidencial que ella acababa de retener.
6) La militancia del PT, en las calles, dominó el tramo final de la campaña. Indudablemente, la certeza de estar frente a una de las elecciones más parejas de los últimos años movilizó un sentimiento de pertenencia a uno de los "partidos nuevos" de América Latina: si bien el PT está en la política grande de Brasil desde hace más de 30 años, no es un partido tradicional como si es el PSDB.
7) La presidenta reelecta tendrá el apoyo de la mayoría de los gobernadores. Los mandatarios estaduales, ya sean del PT o de aliados como el PMDB, aportaron buen caudal de votos para la victoria. Además, serán clave para un gobierno que llega con menor diferencia a la de balotajes previos.
8) En el debate sobre la orientación internacional, ganó el PT. Frente a los "cantos de sirena" de fastuosos acuerdos comerciales con EE UU y la Unión Europea que Neves visibilizó a partir de su idea de "flexibilizar" el Mercosur, el electorado optó principalmente por sostener la política exterior brasileña hasta el momento, y no darle la espalda a América Latina –y en especial a la Argentina, miembro clave del Mercosur al que Neves pretendía esmerilar–. Jugó un rol preponderante la estrategia de vinculación con los países emergentes en el marco de los BRICS, que le dieron a Rousseff y Lula legitimidad internacional sin tener que vincularse con Barack Obama o Angela Merkel.
Los desafíos del nuevo periodo serán:
a) Reforma política. "Lo que va a ocurrir a partir de ahora es el debate de ideas", dijo Dilma tras el triunfo. La anunciada reforma política, uno de los ejes de campaña del PT, deberá ser parte de ese debate y lograr un consenso con el resto de las fuerzas en el parlamento. Así lo anunció Rousseff, nombrando el eje como el principal del nuevo mandato: "Entre las reformas, la primera y la más importante debe ser la reforma política. Quiero discutirla profundamente, en el Congreso y en la sociedad", dijo, llamando a los movimientos sociales a comprometerse en esa disputa.
b) Dilma debe analizar que sucede con los medios hegemónicos en el país. La demorada ley de comunicaciones, que tienda a desmonopolizar la tenencia de medios, parece cada vez más necesaria a la luz de lo sucedido en las últimas semanas. La campaña mediática contra Dilma, el PT y Lula fue contundente, y a pesar de que el comando de la reelecta presidenta desmontó gran parte de esas informaciones, indudablemente hicieron efecto en una parte de los votantes y también en aquellos que no fueron a votar en la segunda vuelta, no magnificando la disputa de modelos que había en el balotaje.
c) El PT deberá mejorar su performance cotidiana en San Pablo. Allí el PSDB hizo una elección muy buena, a pesar de la crisis del agua, por la cual hasta una relatora de la ONU culpó al gobierno de Geraldo Alckmin –socio de Neves–. Allí también habían hecho base las movilizaciones del año pasado, que apuntaron a Planalto y reclamaron mejoras en transporte y salud pública. Indudablemente ha sido uno de los puntos flojos del PT, que deberá mejorar su política hacia sectores de la clase media urbana paulista. Será importante el "debate de ideas" que planteó Rousseff, pero también las soluciones prácticas que se puedan promover desde el Ejecutivo central.
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