Fue Lugo el que obtuvo los 240 millones de dólares más

07/11/2012
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Mediante un excelente equipo negociador, encabezado por el Ing. Ricardo Canese, durante el gobierno de Lugo, se llegó a obtener una victoria diplomática, social y política, de enorme relevancia  para nuestro país. Se   logró  que Brasil aumente a más del 100 por ciento el pago que realiza a Paraguay por la energía cedida de su remanente de la hidroeléctrica de Itaipu. Actualmente, el gobierno golpista, carente de  creatividad y programas sociales propios,  busca lucirse con la obra del gobierno de Lugo.
 
El actual gobierno golpista de Franco está utilizando dicho logro como una palanca de propaganda a favor de su gobierno, a través de la aprobación del reglamento que faculta al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), para la distribución de los USD 240 millones de dinero, que se recibe por la exportación de la energía de Itaipu al Brasil.
 
Pero la historia es otra. Ni el presidente golpista Franco ni los parlamentarios que hoy “demuestran”  un supuesto interés en hacer que el fondo sea distribuido para beneficiar a la población, son padres de la criatura. En realidad, cuando el equipo negociador estaba luchando junto a los movimiento sociales para conseguir un buen beneficio para el Paraguay, ellos estaban en otra cosa o ponían todas las trabas posibles para que no se pudiera utilizar el dinero.  Como siempre, simplemente están aprovechando los excelentes programas y logros que instaló el gobierno de Lugo.
 
“Es una larga lucha del pueblo paraguayo por la recuperación de la soberanía hidroeléctrica, que se inició antes del 2008. El pueblo, desde la misma firma del tratado de Itaipu, exigió un precio justo por la cesión de energía.  Y, es eso lo que cobró fuerza con la campaña electoral para las elecciones del 2008.  La recuperación de la soberanía hidroeléctrica fue un eje central de la campaña. Hasta podemos decir que fue el eje más importante”, comentó el Ing. Ricardo Canese.
 
Después de tantas luchas, la victoria merecida
 
Según Canese, el presidente Lula recibió a Fernando Lugo, antes de que fuera electo presidente para conversar sobre la cuestión de Itaipu. “Lula se comprometió a discutir en la mesa, todos los aspectos que reclamábamos, entre ellos el precio justo.  A partir de ahí, se iniciaba por primera vez, las negociaciones. Prácticamente transcurrieron 35 años, sin ningún tipo de estrategia de recuperación de la soberanía energética. Es decir, desde 1973 hasta el 2008, no pasó nada. Con el gobierno de Lugo, se abrieron las negociaciones, donde se establecieron 6 puntos para la discusión.  Después de intensos encuentros y diálogos, se concretó el acuerdo un 25 de julio de 2009.  En el acuerdo firmado entre Paraguay y Brasil, ponía énfasis además de otros aspectos, en el pago justo que necesitaba el Paraguay por ceder su energía. Así, se pasó de 120 millones de dólares a 360 millones de dólares. Es decir, 240 millones de dólares más. También se estableció la financiación de la línea de 500 kW para dar respiro al sistema eléctrico nacional. Estas cuestiones fueron logros de Lugo.  Cabe destacar además, la realización de la auditoría a la deuda”.
 
Acabaron con el verdadero proyecto de inversión social
 
Para Canese, el dinero que ahora se está utilizando bajo la denominación de Fonacide “sale de la lucha del pueblo paraguayo.  El Brasil estuvo de acuerdo en tener una relación más justa con Paraguay. Esa conquista del pueblo, sería bueno que vuelva al pueblo. Se necesita apoyar la salud y la educación.  Ahora bien, se debe apoyar la salud pública gratuita,  a la tercera edad, otorgar becas para estudiantes, construir caminos rurales. También hay que desarrollar la  electrificación rural,  los servicios de agua potable, energía eléctrica en toda la república, sobre todos para los más humildes, créditos a pequeñas y medianas empresas, obras públicas para el pueblo y no dinero para las grandes empresas de obras. Nuevamente se le está dejando al pueblo. Ese camino rural, esa escuela que necesita una reparación, ampliación. También se tendría que asignar las computadoras por niños.  Además, hay que apoyar a los puestos de salud, las viviendas populares, la reforma agraria, el apoyo a iniciativas productivas del campesinado, que justamente no pueden progresar porque no tiene apoyo en créditos.  Todas estas cosas, habíamos planteado como iniciativa popular en coincidencia con el gobierno de Lugo. Claro, el Congreso no le dio tratamiento a ese proyecto”.
 
Beneficios solamente para grandes empresas y la élite
 
Canese encuentra que el proyecto aprobado por el Congreso y que Franco está promocionando “es una iniciativa que busca promover una educación elitista, que  entrega dinero a las grandes empresas. La plata a lo mejor va  a ir a educación, pero de carácter elitista. No va a ir a la escuela pública de sectores rurales o sectores pobres urbanos.  Esa computadora no será destinada a niños de escuelas públicas sino de la clase media y alta. No va a ir el fondo para un puesto de salud, que no tiene ningún equipamiento; a ese  camino rural que falta mantener o reparar.  Así quedaron muchas ideas por el camino que fueron presentadas al Congreso, que busca solamente beneficiar a las grandes empresas”.
 
Un parlamento que trabó todo
 
Recordó además Canese, que la lucha por la soberanía energética, encontró varios obstáculos dentro de nuestro propio país. “Hay sectores que se oponían como fue el caso de Mateo Balmelli, que fue director General de Itaipú, lado paraguayo.  También estaban en la misma cuestión, otros liberales. Por eso, si Federico Franco quiere atribuirse el mérito que nosotros habíamos logrado, no tiene la más mínima autoridad. Claro, el mérito de ellos  a lo mejor está en que el fondo irá a parar en la élite, en las empresas”, destacó.
 
El Fonacide ha desvirtuado el proyecto original al concentrar sus recursos en grandes empresas y en una educación elitista.
 
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