A 9 años de <i>Los Caracoles</i>: la autonomía de las/os zapatistas del EZLN
13/08/2012
- Opinión
Agosto. Mes de los 300 años de la rebelión de Los Zendales. Mes de los 43 años de fundación de la Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) en Monterrey, Nuevo León. Mes del mensaje En esta hora de Gracia. Mes de los 9 años de la fundación de los Caracoles zapatistas (2003).
Con el aniversario noveno de Caracoles y Juntas de Buen Gobierno me permito traer al presente experiencias de Autogestión que se nacieron en los movimientos estudiantil y urbano - populares de principios de la década de 1970. El 10 de junio de 1971, los estudiantes salimos nuevamente a las calles. Íbamos por la Democracia Sindical, la Democratización de la Enseñanza y la Libertad a los Presos Políticos. La Matanza de San Cosme no impidió que obreros, estudiantes, colonos y campesinos continuaran con sus luchas, es más, fortaleció la convicción en las formaciones revolucionarias político militares que la lucha armada era la opción frente al autoritarismo en México.
El Autogobierno de Arquitectura - UNAM
A principios de la década de 1970, en algunos centros de educación superior se iniciaron procesos de democratización: el Co-gobierno (Economía –UNAM) y el Autogobierno (Arquitectura – UNAM y en la ENHA). En la Escuela Nacional de Arquitectura concebimos la democratización como un cambio de orientación en la enseñanza, planes y programas de estudio, la formación de arquitectas/os de nuevo tipo y nos propusimos los objetivos siguientes: Totalización de Conocimientos, Diálogo Crítico, Conocimiento de la Realidad Nacional, Vinculación al Pueblo, Praxis, Autogestión. La Espiral fue nuestro símbolo. Una figura geométrica en movimiento girando hacia la izquierda y que se abría en el infinito.
El Autogobierno era diverso, plural. Cada taller era una escuela de Arquitectura. En sus asambleas se discutía y nombraba al coordinador del taller y a sus representantes al Consejo del Autogobierno. La Asamblea General de Estudiantes de Arquitectura fue nuestra máxima autoridad. Ahí nombramos a nuestro Coordinador. Los trabajadores también formaron parte de esas estructuras.
Con el Autogobierno los proyectos del Club de yates en Acapulco, de la cabaña en la montañas suizas o de los rascacielos, fueron a parar al bote de la basura. Ahora nuestras energías y nuestros desvelos se ocupaban en imaginar el espacio y arrastrar el lápiz y los grafos sobre el papel albanene tendido en el restirador para dar forma diseño y perspectivaa la vivienda en barrios populares y ejidos. Escuchando rock, blues, música latinoamericana y fumando como chacuacos. Las comunidades indígenas en Los Altos de Chiapas fueron nuestros destinos primeros. Ahí llegamos decenas de estudiantes de Arquitectura. Aquí nos quedamos Marisela, Arturo y el que esto narra con todo y familia.
En ese proceso profesores y estudiantes optaron, casi por mitad, unos por el modelo institucional y otros por el Autogobierno. Nos partimos en dos. La composición social en la ENA no determinó la opción. En 1970, todavía nos encontramos con el prototipo de arquitectos que: “En aquel entonces, 65-66-67, los arquitectos-empresarios eran inconfundibles con su saco de pana o tweed con parches de piel en los codos, zapatos de gamuza, gaznés de seda, todo combinado audazmente en cuanto a colores y texturas.” Alberto Hijar http://apiavirtual.net/2012/04/18/arquitectura-autogobierno/
Las/os fresas de entonces tuvieron que compartir el mismo espacio con la creciente prole que accedíamos a la UNAM. Una banda de Proles y fresas coincidieron pues aspiraban a ese modelo de arquitecto-empresario. Proles y fresas construimos un Autogobierno que creó otro modo de Ser y hacer arquitectura. Otras/os arquitectos. Pasaron meses de movimiento para que Rectoría reconociera nuestro derecho de creación universitaria y Autogobierno. Lo logramos. En la ENA coexistieron por mucho tiempo dos grandes corrientes (o más), con dos formas (o más) de ser, pensar y hacer arquitectura.
Alberto Hijar compañero de aquellas lides escribió:
“Al menos un autogobiernista era cercano a Revueltas. Juan Manuel Dávila venía del espartaquismo. Pero la definición del Autogobierno la dio la línea anarquista del joven Germinal Pérez Plaja cuando advirtió la insuficiencia de tomar la dirección de la escuela porque de lo que se trataba era de tomar el poder. Revueltas llamaba a no confundir esto con el Autogobierno, pero en la práctica la línea principal de reivindicar la práctica como adopción de problemas reales para su solución urbana y arquitectónica, significa una educación como la soñada por Revueltas que exigió una especie de federación colegiada de talleres a la manera de cómo serían los poderes de un gobierno anarquista. El Autogobierno resultó una forma de autogestión por lo que alcanzó resonancia internacional, especialmente americana sobre todo por los premios concedidos por la Unión Internacional de Arquitectos. El llamado del Che al clausurar el encuentro de la UIA en La Habana en 1964, arraigó en el Autogobierno el proceso de apropiación de las técnicas en beneficio de las necesidades populares. De aquí la fraterna relación con Fernando Salinas y Roberto Segre, los dos grandes impulsores en Cuba del proyecto de arquitectura para el tercer mundo. (Las Facultades de) Odontología, Psicología, Ciencias, Economía trataron en la UNAM de seguir el ejemplo (de Autogobierno) que alcanzó hasta el CCH Oriente y la Universidad de Nuevo León, de Sinaloa, Chapingo, la escuela Narro de La Laguna, la de Guerrero, Puebla y Oaxaca donde todavía el rector es electo por votación directa y secreta.” http://tacoso.org/07000042.html
Hoy el Autogobierno en Arquitectura no existe. ¿Cuándo, cómo y por qué se extinguió? No sé. En 2012: “Los sobrevivientes en activo del extinto Autogobierno de Arquitectura celebraron el cuadragésimo aniversario de su fundación en la semana de Pascua.” http://apiavirtual.net/2012/04/18/arquitectura-autogobierno/
Lo que si sé es que en la Segunda Asamblea del movimiento YoSoy132, el auditorio, de la ahora Facultad de Arquitectura, no fue suficiente para acoger a cientos de jóvenes de esta generación que van por la Democratización de México.
La Autonomía en el movimiento urbano popular de “Tierra y Libertad”
En 1974 - poco después del golpe a las FLN en Monterrey, Nepantla y Chiapas - me trasladé con mi familia a la ciudad norteña. Para entonces, las brigadas de Política Popular (PP), una organización de corte maoísta había fundado más 40 colonias en la orillada de la industriosa Ciudad de Monterrey. En su mayoría, después de posesionarse de los predios urbanos. También habían apoyado la organización de pequeños comerciantes, de chóferes de rutas de transporte colectivo, de inquilinos y empezaron a incursionar en los movimientos campesino, obrero y estudiantil.
Mártires de San Cosme, Mártires de Tlatelolco, Genaro Vázquez Rojas, Rubén Jaramillo, Tierra y Libertad, Revolución Proletaria, Pancho Villa fueron algunos de los nombres con las que llamaron a sus colonias. Eran las colonias de los posesionarios.
Los posesionarios tenían en la Asamblea General de sus colonias la máxima autoridad en la colonia. Los jefes de manzana electos, rotaban en el cargo, para que todos participaran en la experiencia social y política. Sus órganos de poder y administración eran: la Comisión de Honor y Justicia, seguridad propia (rondines y “guardias rojos”), cooperativas de producción, comercio y transporte. Las mujeres se organizaban en ligas femeniles. Hombres, mujeres, niñas y niños participaban en la edificación de sus escuelas con trabajo, recursos propios o con los “apoyos arrancados al gobierno”. Los profesores eran de la SEP sujetos a la supervisión de las/os colonos en el desempeño y cumplimiento de sus tareas. La escuela era el espacio y centro de participación, organización y toma decisiones política y social. Para la atención a la salud formaban promotores y edificaban dispensarios médicos y pequeñas clínicas. En la colonia Tierra y Libertad se construyó una pequeña fábrica de ropa con el apoyo del empresario Alberto Santos. Las mujeres de Tierra y Libertad se capacitaron en la escuela Pablo Livas de la UANL y una mujer de Medalla de Oro encabezó la capacitación para la manufactura de los uniformes de los obreros de Gamesa. También montaron una fábrica de zapatos. Estudiantes de Ingeniería Eléctrica del Politécnico diseñaron e hicieron la instalación eléctrica.
Para acceder a los servicios de agua y energía eléctrica, los posesionarios, se robaban el agua y la luz. Ellos decían que eran “expropiaciones”. Se robaban los postes y hacían el tendido de la red eléctrica e hidráulica. Por lo general los “domingos rojos” estaban destinados para dotarse de infraestructura de carácter común. Los cuadros de PP respetaban las creencias religiosas, sin embargo, evitaron la edificación de edificios públicos para el culto, al menos, hasta 1979, año que me trasladé con mi familia de Monterrey a Chiapas.
Ninguna autoridad gubernamental entraba a su territorio sin previo acuerdo. Estaba prohibida la venta de bebidas embriagantes y drogas. Los que cometían delitos leves se les imponía un castigo en el lugar. Los que cometían delitos graves eran entregados a la policía. Cuando algún posesionarlo de conducta insoportable era expulsado de la colonia se destruía la vivienda. Así, cuando otra persona ocupaba el predio tenía que edificar la propia.
Para evitar la invasión de predios y el fortalecimiento del movimiento de los posesionarios, el Gobierno de Nuevo León, mediante un contrato de fideicomiso celebrado con el Gobierno Federal y Nacional Financiera, S. A. constituyó: Fomento Metropolitano de Monterrey, para crear las colonias FOMERREY.
Después siguieron los tiros y asesinatos. En 1976, la policía montó una provocación y asesinó a seis personas. Eran colonos de Granja Sanitaria y posesionarios del Sector Heroico de Tierra y Libertad. La movilización no se hizo esperar. Se fundó el Frente Popular Tierra y Libertad y miles salimos a las calles de Monterrey a protestar exigiendo justicia. La base social del Frente llegó a movilizar hasta 60 mil personas. Sin solución en Monterrey, en caravana, una delegación del Frente se trasladó a la Ciudad de México para entrevistarse con el presidente asesino, Luis Echeverría. En esa coyuntura se fracturó PP. Adolfo Orive fundó Línea Proletaria y luego la Organización Ideológica Dirigente (OID). Declaró a Monterrey “políticamente no rentable” y trasladó a Chiapas a algunas de sus brigadas. Los famosos Norteños. Alberto Anaya siguió al frente de PP, sin embargo, se dio otra escisión y Camero fundó Rojo. Alberto Anaya y Adolfo Orive nunca descuidaron la vieja relación con Carlos Salinas de Gortari.
Alfonso Martínez Domínguez, uno de los regenteadores del grupo paramilitar Halcones, como gobernador de Nuevo León (1979-1985), desató una campaña de represión contra el movimiento popular. Encarceló a dirigentes de PP y de base. Fueron liberados en 1984. Si las reformas políticas habían abierto los canales de la Democracia Electoral, en Monterrey, las reformas endurecieron la ley civil y penal. Se castigaba duramente la invasión de predios. Como alternativa Halconso ofreció el programa de “Tierra Propia”. Entre 1989 y 1990, (gobierno de Salinas) la dirigencia de PP dio un golpe de timón. Cambiaron de “campo de lucha”. Del movimiento popular pasaron al “campo de la lucha electoral”. Después de una “consulta a las bases” del Frente Popular Tierra y Libertad, en 1990 fundaron el Partido del Trabajo (PT). Cuentan que Alberto Anaya fue a saludar a Salinas cuando tomó posesión como presidente de la República, que le comentó que iban a fundar un partido de “centro izquierda” y que Salinas le dijo: “Para qué un partido de centro - izquierda si lo que necesitamos es un partido de izquierda”. Ahí tienen al PT. La “lucha electoral” y el programa de “Tierra Propia” (privatización de los predios ocupados), fueron: Tumba y féretro de aquel movimiento urbano popular en Monterrey. Paralelamente, Adolfo Orive había pactado con Salinas el abandono del “campo de la lucha por la tierra” en Chiapas y pasó al “campo de la producción y comercialización”. Orive fundó la Unión de Crédito Pajal Yakaltic. No es casual que Alberto Anaya y Adolfo Orive se hayan reencontrado en la coyuntura del retorno del Tofico de Salinas con Peña Nieto. La relación de Alberto Anaya con Salinas - de más de 4 décadas - le ha reportado importantes dividendos políticos: presencia política y convenios en Cuba y con el Sandinismo de Daniel Ortega en Nicaragua. ¡¡¡Nada pendeja la dupla Anaya-Orive!!!
No sabremos que sería de aquella experiencia de Autonomía popular en Monterrey sin aquel Golpe de Timón. Lo que si sé, y tenemos que valorar, es que miles de familias tuvieron un lugar y un techo bajo el cual vivir.
La Autonomía Rebelde Zapatista
El Reino de Dios en la Tierra
Es muy probable que la Autonomía Rebelde Zapatista tenga que ver con la alegoría del “lento fermentar de la levadura”. Un proceso en el que participaron y participan diversos actores y factores. Donde el mensaje de la Liberación fue central. El deseo de liberación de los pueblos. Liberación desde la perspectiva cristiana. Liberación desde la perspectiva revolucionaria.
Mensaje que se encontró con pueblos y comunidades indígenas. Con indios en una larga caminada. 300 años de rebeliones de la Conquista a la Independencia. 300 años hace de la rebelión de Los Zendales (1712). En la historia reciente se registran 80 años de éxodo hacia la Selva Lacandona. Indios que abandonaron a la buena de Dios sus lugares de origen para sobrevivir. Reductos de las comunidades creadas por la Colonia. Tenían la opción de regresar si no se hallaban. En sus asentamientos re-crearon la comunidad. No podía ser de otra forma en un medio tan hostil y lejos de la mano de Dios.
La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas se demarcó en un territorio cuya población es, en su mayoría, indígena y campesina. Que vive con altos índices de pobreza, desnutrición enfermedad, analfabetismo y sufre la explotación, marginación y discriminación ancestral. Visto así por Pablo Iribarren (1985), la impresión es que la Diócesis estaba ubicada prácticamente en un infierno. Nada más propicio para la construcción del “Reino de Dios en la tierra”. Es muy probable, que esas condiciones extremas forjaron un “fuerte sentido comunitario”… en conflicto.
En la década de 1960, el obispo Samuel Ruiz fortaleció las misiones que, en ese infierno, pronto evolucionaron: “fue el contacto con las comunidades indígenas y campesinas, la contemplación de su situación de permanente conflicto, la humillación y pobreza de su vivir, y los acontecimientos imprevistos que exigen un rápido discernimiento. Ante esta situación se fue creando en nuestro ámbito diocesano, los principios básicos de la Teología de la Liberación (años de 68-73).
(En 1966, se fundó Misión Chamula. En 1969 fue expulsada violentamente por el Cacicazgo Chamula. Los cacicazgos indígenas que también aplastaban y aplastan brutalmente a los suyos.)
En estas circunstancias, en el año 71, se constituye el Consejo Diocesano que se avoca a responder a los urgentes problemas del pueblo fiel y a la animación de sacerdotes y religiosas en la pastoral.” (Pablo Iribarren, Experiencia: Proceso de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Chiapas. México. 1985).
“En esa época hace crisis la labor de ‘asistencia caritativa’ (…) ante la acentuada pobreza del pueblo. En el Congreso de Iquitos Perú (1971) se colocaron las siguientes interrogantes: ¿Qué tipo de organizaciones políticas de la organización indígena contribuyen a hacer proceso de progresiva autogestión? ¿Cómo lograr una actitud de encarnación y sus exigencias? ¿Qué pasos (dar) para que surja la iglesia autóctona?”
En 1974 se le presentó la oportunidad “para participar activamente, (…) en la realización del Congreso Indígena”, en el cual, los indígenas “tomaron conciencia” del pluralismo cultural. Había grupos que jamás se habían tratado entre sí. Que su problemática era similar y que tenía una explicación: “El aplastamiento generado por (…) las estructuras de la sociedad. Que su voz unida tenía fuerza. La posibilidad de cambios si se organizaban. Descubrieron que el Plan de Dios no era su actual situación de miseria y marginación.
En 1975, la Reunión General de la Diócesis, entre otras, concluyó: “El trabajo con el pobre para el pobre”, “La reflexión bíblica” con el trabajo diario guió “la búsqueda de los compromisos y a la opción por los pobres”. Para la mejor atención de los pueblos la Diócesis organizó el territorio, como todo ejercito, en 6 zonas o regiones pastorales: Centro, Sur, Sureste, Tzotzil, Ch’ol y Tzeltal.
La Asamblea Diocesana es el espacio donde se define la estrategia y táctica de las pastorales. Otra instancia es el Consejo Diocesano. Para su intervención en los ámbitos rural y urbano han creado Áreas de Trabajo: Salud, Educación y desarrollo económico y social, etc. Las mujeres en la Diócesis son mayoría y su trabajo es de primera importancia. Podemos decir que en ellas se descarga, en lo fundamental, el trabajo diocesano.
Las izquierdas en Chiapas
La década de 1970, también fue del auge de la lucha campesina y de la lucha armada revolucionaria en el país. También marcó el arribo del arco iris de las izquierdas a Chiapas que desarrollaron importantes procesos de organización campesina indígena y de lucha por la tierra en las diversas regiones de Chiapas. La mayoría de las izquierdas reivindicaban la lucha armada pero en los hechos privilegiaron la “organización de masas”. La Asamblea Diocesana acordó “acompañar esos procesos”. El Estado respondió con la represión violenta de las fuerzas armadas y las guardias blancas. Matanzas: en Carranza, Wololchán, Tzakiukum. En Centroamérica arreciaba lucha armada revolucionaria. Algunas agrupaciones que se formaron en Chiapas de 1975 a 1992 fueron: la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), el Sindicato de Obreros Agrícolas “Miguel de la Cruz”, la Alianza Campesina 10 de Abril, Uniones campesinas: la Unión de Ejidos Kiptic ta Lecubtesel, la Unión de Uniones Ejidales y Grupos Solidarios de Chiapas (UU), Tierra y Liberta y Lucha Campesina, la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), el Consejo de Representantes de Los Altos de Chiapas (CRIACH), la Organización Indígena de Los Altos de Chiapas (ORIACH), el Movimiento Regional Campesino Independiente (MOCRI), el Frente Independiente de Pueblos Indios (FIPI), la Alianza Nacional Campesina Independiente Emiliano Zapata (ANCIEZ). No pocas fueron sus luchas. No pocos fueron sus logros. ¿Cuántos cayeron? ¿Cientos? No sé. (Juan González Esponda, Movimiento Campesino Chiapaneco, 1974 – 1984. San Cristóbal de Las Casas, 1989. Neil Harvey, La rebelión de Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia. ERA. 2001)
Un gatillo a la esperanza
En el Norte del país, en la Ciudad de Monterrey, un pequeño grupo de revolucionarios fundaron las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) el 6 de agosto 1969. Para 1974 habían formado núcleos, creado una red de Casas de Seguridad en varios puntos del país y montado el primer campamento guerrillero en El Chilar, Chiapas. Era un movimiento armado que, a diferencias de otros de su época, tenían como principios: apoyarse, en lo fundamental, en sus propias fuerzas y valerse de sus propios recursos, acumular fuerzas en un lento y silencioso proceso sin chocar con el enemigo. Por eso no realizaron secuestros, ni asaltaron bancos, ni propaganda armada, ni atentados. (Adela Cedillo, El fuego y el silencio. Historia de las Fuerzas de Liberación Nacional Mexicanas, 1969 -1974. Ciudad Universitaria, 2008)
En 1974, sin deberla ni temerla, recibieron su bautizo de fuego. Descubiertos en Monterrey fueron objeto de una brutal persecución. Varias/os de ellas/os fueron asesinadas/os, desaparecidas/os o encarcelada/os y prácticamente desarticulados. Las FLN ocuparon de 1974 a 1983 para buscar a sus compañeras/os desaparecidos y resolver sus dificultades y diferencias internas y reagruparse. Después de tres intentos, el 17 de noviembre de 1983, un pequeño núcleo de las FLN fundó en la loma del Chuncerro, cerca de Miramar, el segundo campamento en Chiapas al que llamaron La Garrapata. Ahí se nació el segundo Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata. Al mando quedó una mujer, la compañera Elisa. (Adela Cedillo, El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional 1974 – 1983. Ciudad Universitaria, 2010)
Para entonces los indios de Chiapas con una larga trayectoria de resistencia, sin más opciones que la creación y recreación de sus comunidades y sentido comunitario, vivían el castigo de los Pecados Estructurales: explotación, humillación, despojo, robo, el aplastamiento de caciques indios y ladinos, el miedo y la resignación. En poco más de dos décadas habían recorrido un importante trecho de lucha organizada de otro tipo. En sus pueblos y comunidades escuchaban la Buena Nueva de la Liberación. Agentas/es de pastoral que habían optado por los pobres, los acompañaban, los apoyaban, los animaban. Los indios, con sus nuevas organizaciones, participaban en la lucha por la tierra, la producción y la comercialización justa de sus productos y en la lucha electoral por el gobierno de sus municipios en medio del asedio, acoso y represión cotidiana. En una de esas, Dios mediante, les tocaba participar en una nueva Revolución. El Pueblo de Dios se fortalecía con la palabra, con la fuerza del mensaje de Liberación que se concretaba en la lucha política y económica.
El lugar era un terreno propicio para sembrar rebeldías. Las condiciones objetivas y subjetivas estaban dadas. Aquí entra el buen sentido, la decisión, el coraje, paciencia, seguridad, respeto, la cuidadosa y necia terquedad de las/os cuadros de las FLN para andar el silencioso y lento proceso de acumulación de fuerzas en las condiciones y situación concretas. La lucha histórica y resistencia de los pueblos indios con una rica experiencia de organización y lucha, y el mensaje de Liberación de una iglesia que había optado por los pobres, habían abonado el terreno para que las FLN tuvieran escuchas, militantes. Luego miles de bases de apoyo y un ejército rebelde: el EZLN.
Las montañas y la selva fue/ron algo más que una inmensa estepa verde. Las estructuras y trabajo pastoral de la Diócesis, de los movimientos y organizaciones campesinas e indígenas y comunidades fueron la gran cobertura social para las FLN. La montaña y la selva les dieron cobijo. Una cobertura social que había que cuidar y, por lo mismo, era imperativo respetar los procesos y las estructuras religiosas, de las organizaciones sociales y comunitarias. Así fueron construyendo una base social propia.
En la perspectiva de la guerra popular, la población fue organizada en el Ejército Mexicano de Milicias. Tenían que manejar los rudimentos elementales para el combate y la sobrevivencia en un eventual conflicto armado. Las FLN, como todo ejército, organizaron el territorio en regiones y zonas desde una perspectiva militar. Quizá en el modelo de las zonas guerrilleras o zonas liberadas. Todo bajo sus leyes militares, o como dijo alguna vez Frank: bajo la Ley de la Selva. Con un Estado Mayor, mandos regionales y comisarios o responsables de pueblos y comunidades. De las unidades de producción - individuales y colectivas -, en las zonas guerrilleras se abastecía y alimentaba la población, las milicias y los insurgentes. La sangre de su sangre y carne de su carne. Un sistema de radio comunicación de cerro a cerro como columna vertebraba este enorme cuerpo social político y militar. Los promotoras/es de salud comunitarios se habían convertido en el cuerpo sanitario de las/insurgentes que prestaron invaluables servicios durante la guerra. La red y unidades de trasporte: burros, caballos, mulas, bicicletas, camionetas, camiones de tres toneladas, fueron la base de las unidades de transporte de uso múltiple. Vamos, en su momento, los regimientos de caballería y unidades motorizados del EZLN. En los campamentos guerrilleros, las montañas tuvieron nuevos residentes.
En esta selva de historias llegó un momento en que se fundieron procesos: comunidad indígena (con su historia, imaginarios, redes familiares, éxodo, organización, economía, sistemas de producción - individual, familiar colectiva -, de abasto, consumo, estrategias de sobrevivencia y tecnologías), con el Plan de Dios, el anuncio del Reino y su Construcción en la tierra, en suma: el caminar del pueblo, el mensaje cristiano de Liberación y…el plan de las Fuerzas de Liberación Nacional, el anuncio de la nueva sociedad sin explotados ni explotadores y su construcción… con las armas en la mano. Resultado: una enorme Conciencia Colectiva que se concretó en el enorme Colectivo de Liberación Nacional, con su dirección política: las FLN y su brazo militar el EZLN.
Desde la perspectiva del EZLN:
“Somos producto de 500 años de luchas: primero contra la esclavitud, en la guerra de Independencia contra España encabezada por los insurgentes, después por evitar ser absorbidos por el expansionismo norteamericano, luego por promulgar nuestra Constitución y expulsar al Imperio Francés de nuestro suelo, después la dictadura porfirista nos negó la aplicación justa de leyes de Reforma y el pueblo se rebeló formando sus propios líderes, surgieron Villa y Zapata, hombres pobres como nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin inmortales que no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos.” (I Declaración de la Selva Lacandona)
Si partimos de aquellas migraciones a la selva de la década de 1930 a 1994, estamos hablando de 60 años de construcción de comunidad en situaciones extremas y en condición de sobrevivencia. Si partimos de la gestión Diocesana de 1960 a 1994, hablamos de 34 años de un nuevo mensaje. Si partimos de la fundación de las FLN, pasando por la fundación del EZLN, de 1969 a 1994, entonces estamos hablando de un cuarto de siglo de experiencias de la lucha revolucionaria. El milagro se dio y consistió en que Todo fue de todos. Todo se hizo común. Con actos político militares de las FLN- EZLN en la selva Lacandona se fortaleció el proyecto y el sentido de pertenencia. No pocas veces se utilizó la formación en Caracol.
¿Complicaciones? Muchas. El Socialismo Real se derrumbó. La pacificación llegó al Istmo Centroamericano, la objetividad regresó por sus fueros a la región y se declaró inviable la lucha armada frente a la capacidad de fuego de los Ejércitos. El EZLN perdió aliados en la Selva y fuera de ella. Atenta a los signos de los tiempos,parte de la Diócesis dejó de acompañar el proceso. Un número importante de comunidades se replegó. Quizás por eso Marcos declaró: No pocas veces vimos como todo se venía abajo. El proceso se puso a prueba. La criba fue generosa y consolidó el proyecto.
Es muy probable que esa situación haya colocado en la orden del día ezetaelenita la pregunta: ¿Pa’ cuando la guerra? Una cuestión nada sencilla para la dirección nacional de las FLN (1992) y que se resolvió, no sin dificultades, en el Congreso de las FLN (1993). Ese año el EZLN tuvo dos incidentes graves con el Ejército federal: el primero, en una comunidad al sur de San Cristóbal y, el otro, con el choque en la Sierra de Corralchén.
No había marcha atrás. La Palabra encarnó.El Plan de Dios tomaba cuerpo. El plan de las FLN se materializó. ¿Antes o después de 1990? No sé. Lo que si sabemos es que, antes de la guerra, un enorme Rebelde y Autónomo Colectivo de Liberación Nacional se movía en las regiones indígenas de Chiapas. Desde entonces era un constituyente de la 7ª Pieza del Rompecabezas Mundial. Un referente moral donde se construye cotidianamente un modelo social que corresponde a esa realidad concreta, otra forma de vivir la vida. Como hace 43 años, la resistencia tiene en su base miles de hombres y mujeres que se apoyan en lo fundamental en su propia fuerza y se valen de sus propios recursos.
Lo que siguió después, Municipio Rebeldes Zapatistas, Caracoles y Juntas de Buen Gobierno, obedecieron a la estrategia del “largo periodo de lucha política” que Marcos anunció en febrero de 1994.
La fundación de los Municipios Rebeldes Zapatistas
Llegó el 1 de Enero. El EZLN se hizo presente en el escenario nacional e internacional. Diez o doce días de guerra y sus consecuencias. Movilización de la sociedad civil. Cese al fuego. Diálogo en la Catedral de la Paz. Compromisos gubernamentales. La consulta y el NO zapatista. La CND en el Aguascalientes. Elecciones federales. Ofensiva político militar del EZLN de diciembre de 1994.
Las FLN-EZLN, en 1994, contaban con miles de bases de apoyo una estructura e infraestructura militar y un amplio territorio bajo su control. Si la ofensiva de diciembre fue la bienvenida a Zedillo, el despliegue por el territorio rebelde la declaratoria y creación de una treintena de Municipios Rebeldes Zapatistas fue para decir: “De aquí somos. Aquí estamos. Aquí nosotros mandamos”. Para el “largo periodo de lucha política” que le seguía, el EZLN estaba reorientando estratégicamente el papel de las bases de apoyo. La conversión de lo militar a lo civil. La zona o región militar dio cabida a los Municipios Rebeldes gobernados por Consejos. También fue un dispositivo táctico para responder al amago gubernamental de reordenar y ocupar el territorio con la remunicipalización (tema que se trató en los Diálogos en la Catedral de la PAZ) y que más tarde emprendió El Croquetas Albores.
A la ofensiva zapatista de diciembre, el gobierno federal respondió con la Traición de Febrero (1995). Apaciguadas las aguas le siguieron los Diálogos en San Andrés Sacamch’en de los Pobres. Los Diálogos “entre las partes” se trasformaron en una enorme e intensa participación y movilización de la sociedad civil nacional e internacional pero, también, de provocación promovida y solapada por los gobiernos federal y estatal. Fue un espacio de tiempo en el que se desarrollaron una serie de eventos locales, nacionales e internacionales. Varios de ellos, en los nuevos Aguascalientes. Foros y congresos indígenas, cientos de bases zapatistas se movilizaron en el territorio nacional. Acciones todas que neutralizaron la ocupación del territorio zapatista por miles de soldados del Ejercito federal. Marcos logró concretar aquella frase que me lanzó a finales de febrero de 1994: El próximo diálogo será: todo el mundo contra el gobierno federal. El 16 de febrero de 1996, “las partes” firmaron los Acuerdos de San Andrés. El gobierno federal se comprometió a modificar la Constitución para otorgar derechos, incluyendo la AUTONOMIA, a los pueblos indígenas de México. Acuerdos que el gobierno federal deshonró con el incumplimiento. Marcos lo había adelantado. Era la continuación de la guerra por otros medios. En 1997, con la Masacre en Actealla guerra escaló con brutalidad abominable. Hombres, mujeres, niñas y niños indefensos fueron asesinados.
La importancia estratégica de los Municipios Rebelde Zapatistas se hizo evidente cuando los gobiernos Federal y del Croquetas lanzaron los operativos de las Brigadas de Operación Mixta (BOM) para el “desmantelamiento” de los Municipios Rebeldes Zapatistas. Operativos que fueron suspendidos después de que fue derribado un helicóptero y un comando armado enfrentó a una columna de las BOM después que habían cometido una masacre en la zona norte del estado.
Rumbo a fundación de Los Caracoles
Silencio de por medio, en la mesa había un asunto pendiente: los Acuerdos de San Andrés. Allá arriba se fraguaba la “transición” de la derecha, es decir, de la dictadura priísta a la dictadura del PAN (2000). Abajo, millones de ciudadanos hartos manifestaron su deseo de cambio votando por una desgracia: Fox.
La transición de derecha, abrió una coyuntura que Marcos visualizó con oportunidad y montó un impresionante escenario de cobertura mediática y política previos a la Marcha del color de la tierra. Las/os zapatistas salieron para exigir el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés sin que se modificara: Ni un punto ni una coma. Salieron para que se hicieran ley. El largo recorrido, Congreso Nacional Indígena en Nurio de por medio, concluyó en el Congreso en la Ciudad de México. Los zapatistas amagaron con quedarse hasta que no se hicieran ley. Sin embargo, abandonaron la plaza. Los mercanchifes mal llamados diputados pretendieron marchantear con los zapatistas el contenido de la Ley Indígena. El Congreso de la Unión, hizo lo que hizo, una ley racista. Se coludieron para su aprobación las tres principales fuerzas políticas: el PRI, el PAN y el PRD. Vamos, las tres bandas organizadas de la “delincuencia política” con registro, presupuesto, poder y fuero. El Golpe Legislativo negó los mínimos derechos a los pueblos indios de México. Políticamente, el Golpe del Legislativo fue duro. Se trataba de neutralizar la enorme fuerza y presencia política que hubiera alcanzado el EZLN en los ámbitos, nacional e internacional. Creo que no se ha valorado cabalmente las consecuencias del Golpe Legislativo, avalado después por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ese fue el contexto previo. Los Aguascalientes, espacios de la sociedad civil,se convirtieron en las sedes de Los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno (JBG). Fue la respuesta política al Golpe Legislativo. Es muy probable que la ubicación de Los Caracoles corresponda a las zonas o regiones militares. Los Caracoles son espacios administrativo, jurídico y político de gobierno con jurisdicción en un número determinado de territorios, comunidades y Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ). Las JBG son rotativas. Para la población es una experiencia de participación social y política más allá del comité, de la comunidad o del municipio rebelde.
El 9 de Agosto de 2003, dio principio La fiesta de los Caracoles, en Oventik. En los actos participaron, las comandantas Esther, Rosalinda, Fidelia y los comandantes David, Omar, Tacho y Zebedeo.
En el acto inaugural el comandante David dio la bienvenida:
Hermanos todos:
A nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, les damos la cordial bienvenida a este lugar de encuentro de todos los mundos, uno de los rincones dignos de nuestra patria, llamado hoy ‘caracol de resistencia y rebeldía por la humanidad’, Oventik, municipio de San Andrés Sacam`chén de los Pobres, Chiapas, México.
Deseamos de todo corazón que puedan sentirse en su casa.
Deseamos de todo corazón que puedan sentirse en su casa.
Aquí es la casa y el lugar de todos los que sueñan un mundo más justo y más humano donde todos puedan tener un lugar digno hasta el fin de su existencia.
¡Bienvenidos!”
La comandanta Esther dio el discurso central:
“Hermanos y hermanas:
Por mi voz habla la vos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Hermanos y hermanas indígenas del pueblo de México.
Les queremos decir nosotros los indígenas nuestro derecho a ser mexicanos.
No necesitamos cambiar nuestra cultura, nuestra vestimenta, nuestra lengua, nuestra forma de rezar, nuestra forma de trabajar y respetar la tierra, además no podremos dejar de ser indígenas para ser reconocidos como mexicanos.
No nos pueden quitar lo que somos.
Si somos morenos, no nos pueden convertir en blancos.
Porque nuestros abuelos resistieron más de 500 años el desprecio, la humillación y la explotación.
Y seguimos resistiendo.
Ya nunca nos podrán humillas ni acabarnos.
Los políticos traicionaron a los pueblos indios de México.
Todos los partidos políticos, tanto el PRI, como el PAN, como el PRD se pusieron de acuerdo para negarnos nuestros derechos porque NO aprobaron la Ley de Derechos y la Cultura Indígenas.
Nos quisieron tratar como niños para callarnos. (…)
Ahora tenemos que ejercer nuestros derechos nosotros mismos.
No necesitamos permiso de nadie, mucho menos de unos políticos (…)
Por eso hermanas y hermanos indígenas del pueblo de México, les hacemos un llamado a todos para que apliquen la Ley de los Acuerdos de San Andrés.
Tenemos el derecho a gobernar y gobernarnos según nuestro pensamiento en cada municipio y en cada estado de la República Mexicana. (…)
Ya es momento de aplicar y actuar en todo el país de México la AUTONOMIA de los pueblos indígenas, (…)”
¿Qué es de la Autonomía zapatista en 2012? Preguntan
Es, miles de hombres y mujeres, ancianos, adultos, jóvenes, niñas y niños que participan y resisten. Un pueblo que camina. Son las y los pobres de campo resolviendo día a día en condiciones de sobrevivencia, produciendo en la parcela individual, familiar y colectiva. Participando en la asamblea comunitaria, en el Consejo Municipal. Dando su tiempo en los comités de salud y educación, y sus hija/os como promotores, la mayoría de las veces, por techo y comida. Son la base de los sistemas de Salud y Educación zapatista. Es Comités y cooperativas de abasto y consumo. Es una red de estaciones de radio propias y otro de radiocomunicación de cerro a cerro. MAREZ, Caracoles y JBG.Una fuerza civil de miles y otra, político militar, su pequeño ejército: el EZLN. La Autonomía son cientos de reuniones en las que participan cientos de hombres y mujeres discutiendo una diversidad de temas donde se toman decisiones.
¿Dificultades? ¡¡¡De a madres!!!
La Autonomía se ejerce en un medio militarizado, enfrentando la hostilidad de los grupos no zapatistas, antizapatistas y ex zapatistas. Las cosas se pueden complicar con la recuperación del poder político por la dupla de bandidos Salinas-Peña Nieto que, pretenderán cobrar la factura del levantamiento armado en 1994. Más aun, con la promesa de la apertura del Frente de Guerra en la Frontera Sur. (Gaspar Morquecho, Otro frente de guerra en la frontera sur “contra el crimen organizado”) http://alainet.org/active/46796&lang=es
Mientras tanto prosigue la estrategia de “quitarle el agua al pez”:
a) Con planes que pueden escalar en tamaño y profundidad
1.- Los programas de combate a la pobreza
2.- Privatización: “Tierra Propia” vía fideicomiso
b) Hostigamiento
1.- Mayor beligerancia a los grupos campesinos e indígenas antizapatistas
2.- Incremento en los operativos de las fuerzas armadas (BOM)
3.- Rehabilitación de los grupos paramilitares
d) Demagogia Gubernamental
¿Por qué Caracoles?
Es otra pregunta recurrente. El Caracol es una figura que aparece en varios momentos en la narrativa y práctica política y militar del EZLN. La primera vez que presencie la formación de zapatistas en Caracol fue el 17 de noviembre de 1994. Ese día se celebró en el Aguascalientes de Guadalupe Tepeyac el XI Aniversario de la fundación del EZLN. Ese día ratificaron a Marcos como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas del EZLN. La ceremonia fue extraordinaria:
“El escenario, un espacio cercano del Aguascalientes 0. Había entrado la noche. Más de cien insurgentes, habían adoptado una formación inusual a las formaciones militares. Se habían formado en espiral. Formaban un caracol humano. Cada insurgente sujetaba rajas de ocote con alguna de sus manos. Desde centro de esa humana caracola el Subcomandante Marcos se desplazó con su manojo de ocote encendido y, uno a uno, prendió fuego los manojos de las resinosas rajas de ocote de los guerrilleros. El fuego del Caracol se abrió paso en la oscuridad de la selva. Al salir de esa forma que se abre al infinito, Marcos se dirigió a una mesa donde esperaban la comandante Trini, Tacho y el mayor Moisés. En ese espacio y delante de la oscuridad señoreaba una enorme fogata que abrigaba el acto. Ahí Marcos recibió granos de maíz, tierra, bastón de mando… arma y tiros. La Bandera Nacional, la combativa rojinegra del EZLN y la Constitución Política de 1917.” (Gaspar Morquecho, A 6,570 días del levantamiento armado del EZLN -XXV) http://alainet.org/active/55224&lang=es
El 16 de enero de 1995, Marcos nos describió la “enorme espiral” que formó la disposición arquitectónica de los edificios del Aguascalientes de Guadalupe Tepeyac. el “gigantesco caracol” que “desde la selva llama”:
PD: Que recuerda una madrugada anterior y un frío interior. Estuve, una noche de tanques, aviones y helicópteros, en la Biblioteca de Aguascalientes. Solo, rodeado de libros y de una lluvia fría que obligaba al uso de pasamontañas, no ya para ocultar el rostro de las miradas, sino para esconderlo del frío. Me senté en una de las pocas sillas que no están rotas y recorrí, con la mirada, el lánguido abandono del lugar.
Vacía esa madrugada, como otras, de personas, la Biblioteca empezaba la complicada ceremonia de su desenmascaramiento. Los pesados estantes iniciaron un movimiento que imaginé una danza desordenada. Los libros intercambiaron lugares y páginas y, en el trasiego, uno de ellos cayó-calló, expuesto e indemne en una página única. No lo levanté, esquivando estantes danzarines me acerqué lo suficiente para leer...
‘La Biblioteca existe ab aeterno. De esa verdad cuyo corolario inmediato es la eternidad futura del mundo, ninguna mente razonable puede dudar. El hombre, el imperfecto bibliotecario, puede ser obra del azar o de los demiurgos malévolos; el universo, con su elegante dotación de anaqueles, de tomos enigmáticos, de infatigables escaleras para el viajero y de letrina para el bibliotecario sentado, sólo puede ser obra de un dios...
(…)’
Jorge Luis Borges. La Biblioteca de Babel. 1941. Mar del Plata.
(…)
‘Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza’, repito mientras me escabullo.
Biblioteca afuera. Aguascalientes está desierto. Estoy tentado a decir ‘abandonado’, cuando una zorra cruza corriendo hacia la cocina. Camino hacia la explanada de cemento y me siento junto a la palmita de ‘la esperanza de que las flores que en otra tierra mueren, en ésta vivan’. La Biblioteca sigue su metamorfosis. Ruidos, crujidos y algo que imagino lamentos se escapan por puertas y ventanas. ¿Dije puertas? Miento. La Biblioteca no tiene puertas. Tiene dos agujeros que son imposibles de definir. Hay quien sostiene que son para entrar, otros dicen que son para salir, algunos más argumentan que por ellos respira la Biblioteca, los menos sospechan que son para engullir personas, animales y esperanzas...
La Biblioteca de Aguascalientes es el final y el comienzo del caracol y no tiene entrada ni salida definidas. Quiero decir que, en el gigantesco caracol que describió Tacho para explicar la disposición arquitectónica de Aguascalientes,la Biblioteca está en el inicio y el fin. La casa de seguridad, ‘que guarda los más grandes secretos de la organización’, está en el otro final y principio del remolino. Recorro con la vista la gigantesca espiral en que se alinean las construcciones e imagino que sólo desde un satélite especial se podrá apreciar la figura del caracol ‘que desde la selva llama’.
Sigue la vista recorriendo desde la casa de seguridad hasta la Biblioteca, que ahora despide una fosforescencia azulada y un sonido ronco y continuado. La Biblioteca, contra lo que se pueda pensar, y de día, se habita por niños y niñas. No es a causa de los libros que acuden. Dicen entre ellos, según me contó la Eva, que hay escondidas vejigas de muchos colores. Al parecer nadie las encuentra, porque terminan, los niños, haciendo dibujos de colores. Últimamente abundan los helicópteros y los aviones, no en el cielo de Aguascalientes,quiero decir que no sólo ahí, también en los dibujos planos de niños y niñas. Para mi gusto, se reiteran en demasía los morados, rojos y verdes en los dibujos. El amarillo parece limitarse al sol que en estos días se apaga con el gris del cielo. Por la noche, en cambio, la Biblioteca alberga y concita transgresores de la ley y profesionales de la violencia (como el que esto escribe), los cuales sólo pasean la vista por los estantes llenos de libros buscando algo que falta y que, dicen, estuvo ahí antes... La Biblioteca fue lo único, de todo Aguascalientes, que consideró suyo la Convención Nacional Democrática y tiene, a veces, libros. En ella invirtieron, los caravaneros, esfuerzos para darle luz, estantes, libros, mesas, sillas y una vieja computadora que tiene la virtud de que nadie la usa. El resto de Aguascalientes ha permanecido abandonado desde aquel 9 de agosto de 1994. Cada tanto, el Mister,el Bruce y el Saqueo se esfuerzan en remendar la lona para las cada vez más espaciadas fiestas.
Ahora la Biblioteca queda en silencio, la fosforescencia se concentró en un solo punto, en el centro del local, y se tornó verde esmeralda. Con cuidado me acerqué a una de las ventanas. La verde luz cegaba y pasó un buen rato para que me acostumbrara a verla. En ella vi que...
De pronto, el azulado velamen del Aguascalientes crujió con un viento a favor. Volteé hacia el puesto de mando y permanecía vacío. El mar agitó sus olas contra la quilla y el crujir de las cadenas del ancla sonó por encima del viento. Abordé por estribor y tomé el timón para librar el laberinto del caracol. ¿Salía o entraba?
La esmeralda de la Biblioteca se apagó...”
¿El Caracol es solamente zapatista?
No. Ese mismo año estuve en una comunidad de la Región de Avellanal. Muy de la Aric Unión de Uniones de entonces. Era un festejo en la que hubo una ceremonia religiosa. Los Principales con sus banderas al toque del pito y tambor desfilaban por la plaza del poblado. Al final, frente al templo del lugar, los hombres y las banderas se formaron en Caracol.
Sorprendido le pregunté Gonzalo Ituarte, un fraile dominico, el motivo de la formación en Caracol. Me respondió: “Lo hacen en los pueblos y comunidades cuando están buscando un nuevo camino”.
No sé si sea humano “cuantificar” el número de horas/tiempo/trabajo/personas que ha ocupado este proyecto en 43 años.
Quizás sea más humano valorar los años de vida y las vidas que hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños le han dedicado y entregado a ese Plan, a esa otra forma de vivir la vida… un enorme referente moral colectivo.
Es muy probable que para encarar la situación actual, para encontrar un camino nuevo, el toque de caracol haya llamado en cientos de comunidades a la formación en Caracol. Quizá están diciendo: ¡¡¡Aquí estamos!!! Quizás nos estarán diciendo: ¡¡¡Allá vamos!!!
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