Los cuatro acuerdos vs. sesenta días de estado de emergencia

05/12/2011
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  • Opinión
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Todos los que participaron del diálogo que se llevó a cabo el día  domingo, entre una delegación de cinco Ministros de Estado,  presidida por el Premier, Salomón Lerner Ghitis, con autoridades  (Presidente Regional) y dirigentes de Cajamarca, han coincidido  en reconocer que, luego de más de nueve horas de negociación, se  había llegado a los siguientes cuatro acuerdos:
 
-              Que el retiro de la maquinaria del Proyecto Conga sería un  asunto que manejaría la Defensoría del Pueblo.
 
-              Que se revisaría el informe de impacto ambiental, con la  participación de expertos nacionales y extranjeros del máximo  nivel profesional.
 
-              Que se iniciaría la discusión sobre el Plan Regional de  Desarrollo de Cajamarca.
 
-              Que se levantaría el paro.
 
Sin embargo, el diálogo se rompió cuando los representantes de  Cajamarca, pidieron se les permitiera consultar a la población  que se encontraba en los alrededores.
 
Dicha solicitud no fue aceptada, y se les exigió firmar en ese  momento, o de lo contrario los acuerdos quedarían en nada, tal  como ocurrió.
 
Ante estos hechos señalamos lo siguiente:
 
1.            Reconocer la buena disposición para negociar, tanto de los  representantes del Gobierno, como de las autoridades de  Cajamarca, hasta antes que se produjera el impase.
 
2.            La mentamos que acuerdos tan importantes para todos no se  hayan llegado a concretar.
 
3.            No entendemos que el Gobierno, en lugar de permitir la  consulta solicitada, la misma que se podía condicionar a un  tiempo máximo, haya optado por declarar el estado de emergencia  en varias provincias.
 
4.            Los representantes del Gobierno debieron contemplar que esa  necesitad de consultar, lejos de ser una manifestación de  intransigencia, es la forma en que habitualmente actúan los  dirigentes sociales, especialmente frente a una población  movilizada, a fin de evitar que se les acuse de traición, y que  acuerdos convenientes sean rechazados, simplemente por no haber  sido previamente informados.
 
En todo caso, este impase se podría haber evitado si los  representantes del Gobierno hubieran advertido desde el comienzo  que no se aceptaría ningún tipo de consulta, como suele hacerse.  Tal vez esta condición hubiera determinado que los representantes  sociales recabaran previamente la autorización para firmarla de  manera independiente.
 
 5.           Ni Alan García recurrió al estado de emergencia como medio de  solución de conflictos sociales. Esta práctica nos hace evocar,  mas bien, los años de Fujimori.
 
Es cierto que ha habido graves e injustificados excesos y  disturbios, que no son propios del derecho a la protesta  pacífica; aunque hay algunos que la población asegura que han  sido cometidos por infiltrados.
 
Sin embargo, no es cierto que el estado de emergencia se haya  promulgado para restaurar el orden, ya que, si bien la protesta  sigue siendo multitudinaria, el funcionamiento habitual de la  ciudad y de sus alrededores se viene normalizando desde hace  varios días.
 
6.            Introducir la costumbre de responder a un problema social con  el control policial y militar de las calles y de la población, lo  único que provocará es el incremento del resentimiento y la  desconfianza.
 
Asimismo, el haber optado por esta drástica medida, cuando ya se  había llegado a acuerdos que sólo faltaban ratificarse, puede  provocar que en otras zonas en las que hay conflictos similares,  la población esté dispuesta a tomar mayores medidas de fuerza con  el objetivo de enfrentar dicha intervención policial y militar.  Es evidente también que, en esa lógica, quienes se fortalecerán  serán los grupos más radicales.
 
7.            Tampoco se puede olvidar que el Presidente Humala, ofreció  durante su campaña, instaurar una nueva manera de solucionar los  conflictos sociales, protegiendo los derechos de todos, y no sólo  los de una de las partes. Promesa que debió cumplir especialmente  en este caso, ya que fueron sus propios representantes los que  advirtieron las irregularidades y deficiencias que habían en el  informe de impacto ambiental relacionado con el proyecto Conga.
 
El gran desafío: retomar los cuatro acuerdos
 
Por encima de lo sucedido, lo verdaderamente importante es que ya  se habían logrado cuatro acuerdos de la máxima importancia.
 
Para nosotros el acuerdo es mucho más conveniente para el país  que la imposición de una medida de fuerza. El consenso es la vía  pacífica de solución de conflictos sociales, mientras que el  estado de emergencia sólo significa postergar las diferencias y  constituye generalmente fuente de violencia y abusos contra la  población.
 
Es por ello que nuestro planteamiento es que se retomen los  cuatro acuerdos logrados y se permita que los dirigentes hagan la  consulta solicitada, en un plazo perentorio. Si éstos son  rechazados, allí sí se habrá demostrado que estamos ante una  población intransigente.
 
De otro lado, la revisión del informe de impacto ambiental de  manera independiente y objetiva, como lo plantea uno de los  acuerdos, podría ser el medio para corroborar que, tal como lo  señala la empresa, el proyecto Conga no tendrá los efectos medio  ambientales por los que protesta la población. Si fuera así,  estaríamos ante un proyecto sumamente beneficioso para el país,  viable y contra el que nadie podría oponerse.
 
- Instituto de Defensa Legal
Ideelemail Nº724, 05 de diciembre del 2011
 
https://www.alainet.org/es/active/51382
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