En zona de quiebre
- Opinión
Las fuerzas opositoras a la consulta popular que promueve el presidente Manuel Zelaya en alianza con sectores sociales organizados perderán este pulso; han perdido antes casi todas las batallas de conquista de la opinión de la gente, el gran escenario del poder.
Perdieron quienes quisieron ver a Zelaya en la lona por los puñetazos del magisterio, los chantajes de las importadoras de combustibles o los supuestos enojos de Washington, cuyos voceros locales soñaban ver la cancelación de la Cuenta Desafíos del Milenio y el fin del TPS para la diáspora catracha, en castigo por las proximidades con Chávez.
Perdieron quienes esperaban la aprobación inmediata en 2006 de la Ley de Telecomunicaciones a su gusto con la privatización de Hondutel incluida, la enajenación de la Portuaria, el SANAA y la ENNE... el Gran Plan de Nación de Farallones.
No han ganado quienes quisieron escuchar la voz del traje púrpura de Villa Iris en contra del ex alumno del San Miguel por suprimir en la factura de la ENEE el ajuste por combustible y cobrar tarifa real a los grandes consumidores, y tampoco ganaron aquellos que tendieron un cerco mediático alrededor de Casa Presidencial con la siguiente instrucción: "nada de fotos, nada de textos oficiales, todos atentos a sus pifias".
Perdieron quienes se burlan de él por ese pujido antes de las palabras mal pronunciadas, sus botas picudas, sombreros de ala, motocicletas renegadas, bigotes mostachos, hebillas vaqueras, caballos peruanos, guitarras desafinadas, esas improvisadas coplas con Polache o los recorridos en tractores y aviones de combate. Todo eso le sirve a este llanero para comunicarse en alta velocidad con una población que no escribe ni da cátedras, pero que está harta de los rituales de una clase política engolada, fastuosa, miope y corrupta.
Perderán los que creen que el FMI no firmará un acuerdo temporal con Honduras por las críticas del gobernante y los que se mofan de la dirigencia popular del 1 de mayo por coincidir con el Presidente en casi todos los 12 puntos que demandan al Estado.
El Partido Nacional, el Partido Liberal suacordovista, los movimientos eclesiales fundamentalistas -católicos y evangélicos -, los medios de desinformación, unos cuantos analistas oficiosos y unos pequeños sectores de izquierda tradicional atragantados en su propia soberbia e intolerancia, no pueden contra Zelaya.
No pueden porque los imaginarios colectivos del país ya no son propiedad de los partidos, las iglesias y la prensa en sus diversas expresiones. Y no pueden, porque no se vale menospreciar a nadie.
Mel no desconoce que estas instituciones de poder duro siguen siendo influyentes, pero ya no deciden. Algo bien serio pasó, que no pueden imponer el pensamiento único.
Tonto
Los críticos de este hombre cometieron un grave error desde su triunfo electoral en noviembre de 2005: considerarlo mentalmente discapacitado, tonto, aislado y subordinado.
Las 10 familias del Grupo Fáctico, que creen decidirlo todo en el Estado, en la Curia, en los periódicos y la tele, en El Hatillo, en Farallones y en Coyolito, creían que gobernarían con Mel, o a pesar de él.
El nuevo Presidente en el primer y segundo año de mandato envió dos mensajes potentes a quienes afirmaban que su gestión sería políticamente frágil, socialmente conflictiva e intelectualmente discapacitada.
Incluyó en el Ejecutivo a Gabriela, Hugo, Yanny y otros representantes de corrientes liberales, inclusive críticos suyos, pero se deshizo pronto de ellos luego de hacerlos partícipes de la mayor compra de gobernabilidad jamás vista en la historia política del país: la financiación del Estatuto del Docente con fondos de la condonación de la deuda externa.
Mel fue capaz de convencer al G-16, al Grupo Consultivo de la ERP y a los mismos gremios magisteriales que pagar salarios con fondos derivados de la iniciativa HIPC era una contribución directa a la reducción de la pobreza. Si no lo entienden así, entonces no habrá gobierno que se sostenga, les dijo.
Y el segundo golpe de opinión fue la puesta en ejecución de las recomendaciones centrales de la Comisión de Notables que presidió el cardenal Rodríguez para reducir los costos de los combustibles.
En asocio con la Comisión Patriótica de Solidaridad la administración Zelaya acabó ganando la batalla contra las importadoras transnacionales estadounidenses y el embajador Ford, que se salvó de la expulsión, y suscribió un contrato de compra-venta directa de combustibles con Petrocaribe. ¿Quién en su sano juicio, libre de la ponzoña antiMel, es capaz de negar que los precios de los combustibles se han sostenido estables con ese mecanismo?
Mel versus medios
Desde el segundo año, con más fuerza, Mel denunció el cerco mediático que le estaban tendiendo los grupos de poder fáctico ligados a los periódicos, la televisión y la radio, por lo que decidió fortalecer y en algunos casos crear la propia estructura gubernamental de medios: Radio Nacional, páginas de Internet institucionales, el periódico Poder Ciudadano y Canal 8; además, las agencias de publicidad, las oficinas de relaciones públicas y las cadenas de radio y televisión fueron puestas en funcionamiento.
Nadie, en los últimos años, ni Suazo Córdova "para defenderse de la amenaza comunista de Rusia y sus satélites" ni Callejas para imponer la devaluación tuvieron que impulsar medios propios para equilibrar la agenda mediática del Estado. Los medios privados estaban a su total disposición en aquellas épocas.
En el tercer año Mel mueve su gobierno a la centroizquierda, asocia el país al ALBA, enfrenta la posición neoliberal del COHEP, arremete contra los países ricos con su discurso en la ONU, hace virar la política exterior hacia el Sur, critica de frente al debilitado FMI y fija un nuevo salario mínimo, lanzando a los dueños de su partido, el Liberal, hacia los brazos de la derecha conservadora donde se funden con su gemelo el Partido Nacional.
En el cuarto año de gobierno los analistas hubieran esperado que Pepe y Elvin fueran más candidatos, mientras Mel menos Presidente, pues así ha sido antes en los años electorales; pero hoy los hombres del Chimbo y La Humuya no solamente son menos candidatos, sino que Mel es más Presidente y más candidato que ellos.
Esto es verdaderamente desconcertante, constituye una auténtica distorsión de la "normalidad electoral" del país. Y extiende la imaginación y los miedos de quienes han estado acostumbrados a mantener todo bajo su control; en estos días, los dos partidos antiguos están hechos un hervidero por las contradicciones internas que desata la coyuntura actual.
No es necesario ser analista político para saber que las instituciones tradicionales llegaron al tope de la desconfianza y que 2009 es año decisivo para la ciudadanía, es año de rupturas de cosas viejas y nacimiento de cosas nuevas. Es el inicio de una nueva era.
Cuatro caminos
Están en marcha al menos cuatro procesos políticos al mismo tiempo, que pueden ser paralelos o coincidentes; colisionar para acelerar la crisis o confluir para gerenciar la ruptura.
El primero. El proceso electoral de los partidos minoritarios, sí, los cinco son minoría en el país, pues en la última elección general de 2005 no alcanzaron siquiera la mitad del universo electoral de 4.5 millones de personas mayores de 18 años, llegaron a 46%.
La gente de Pepe y Elvin quieren elecciones en 2009 cuesten lo que cuesten, no les importa privatizar el proceso con financiamiento del COHEP o de la AHIBA, volver a reformar la Ley electoral y dejar a sus activistas que inflen las urnas como lo hicieron el pasado 30 de noviembre en los comicios internos, cuando suprimieron las actas de cierre de urnas por las actas municipales adulteradas.
El segundo. El proceso que ha iniciado la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular en alianza con sectores sociales organizados y ciudadanía de base para construir una nueva identidad política al margen de los partidos: las candidaturas independientes, fermento de la participación política directa, que ejercerá presión por encima de la legalidad de las viejas formas de participación representativa bajo control del TSE, auténtica maquinaria de exclusión. Piensan mal quienes creen que este proceso acabará con la inscripción o denegación de las candidaturas de Carlos Humberto Reyes Pineda y sus designadas presidenciales. Es el comienzo.
El tercero. La consulta popular del 28 de junio hacia una Asamblea Nacional Constituyente en enero de 2010 es el tercer proceso político en marcha. Y no hay que engañarse, este es un ejercicio que tiene el permiso, el respaldo y la participación del pueblo que se puso de espaldas al sistema de partidos y al sistema electoral desde hace varios años, los independientes e inclusive miembros descontentos de los partidos que aún sobreviven la crisis de confianza y legitimidad.
Y los números no son despreciables, sobrepasan el 70% de adhesiones a la consulta, de acuerdo a sondeos previos.
Los sectores que se le opongan con formalismos jurídicos y guerra sucia serán responsables de agitación social y política en todo el país, especialmente en Valle de Ángeles, Las minitas, El Hatillo y otros refugios de las familias que mueven teclas.
Mel Zelaya es actor político en este proceso, por supuesto que lo es, pero con él están los sectores sociales que vencieron los miedos y prejuicios, que le acompañan a cambiar, por ejemplo, las reglas del juego en el agro nacional; las centrales campesinas dicen que una nueva Ley Agraria Integral viene y nadie la detiene.
De modo que sería un lamentable error no entender que la ciudadanía sí quiere Constituyente para darle progresividad a los derechos, incluyendo los de la tercera generación o derechos de los pueblos.
En los foros en donde he participado sobre la coyuntura actual, en el norte, sur y centro del país, la ciudadanía pone los temas de la Asamblea de enero 2010, sin fijarse solamente en el futuro político de Mel después del fin de su mandato.
Los temas incluyen la distribución equitativa del espectro radioeléctrico, que es patrimonio nacional y no propiedad de las corporaciones televisivas, radiales y operadoras móviles de telefonía; también la salud y educación universales.
Además, y desde luego, modificación radical de las reglas del juego electoral que incluyan revocatoria de mandato para presidente, diputados, alcaldes y regidores, ya sea por negligencia inexcusable, enfermedad extrema o corrupción; separación de elecciones presidenciales y de gobiernos locales; candidaturas independientes en todos los niveles; reelección presidencial y cerrojos contundentes a los delincuentes electorales y narco políticos.
El cuarto. El proceso continuado por el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia en ocasión del primer aniversario de la huelga de hambre de mayo 2008: la construcción de ciudadanía política desde los territorios, un proceso que devuelva la política a sus verdaderos dueños: los ciudadanos y las ciudadanas, quienes se plantearán en el corto y largo plazo la forma de ejercer el poder en cada espacio geográfico, político, cultural.
El quiebre
Si en 1981 veníamos del autoritarismo militar a una nueva era en la que dejamos en manos de los partidos políticos la conducción del país, ahora que éstos se abandonaron a los brazos de las corporaciones y a las gerencias de los grupos fácticos de toda laya, es el tiempo de la ciudadanía.
Aunque este sujeto colectivo, organizado o no, es difuso aún en sus formas y tamaños, está dejando un mensaje claro: esta vez no serán los comités centrales y consejos ejecutivos los que controlarán la Constituyente; al menos así debería ser, lo contrario sería reprochable. Inadmisible.
¡Qué año señores y señoras! Los sociólogos lo llamarán el año de la inflexión o quiebre.
La legitimidad y confianza en la Carta Magna de 1982 llegó a un límite, ese Contrato Social de 28 años está agujereado por sus propios autores, porque ha sido 27 veces interpretado y reformado, incluyendo aspectos fundamentales de la forma de gobierno y el territorio.
¿Ustedes recuerdan lo que decía el ahora integrante del Comité Cívico de Defensa de la Constitución, Rafael Pineda Ponce, cuando justificaba ante el pueblo garífuna desde la Presidencia del Congreso Nacional la reforma para vender las playas atlánticas a inversionistas hoteleros de la farándula externa y local? ¿Acaso quieren pasar viendo todo el tiempo cómo los monos saltan de una rama a otra, en los atardeceres? Así les decía... Yo lo recuerdo.
-Félix Antonio Molina es periodista
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- En zona de quiebre 12/05/2009
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