Seamos todos Costeki y Santillán

29/06/2002
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Frente a la dramática represión llevada a cabo contra la toma del Puente Pueyrredón en Avellaneda, por parte del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de la Coordinadora Aníbal Verón, básicamente la mayoría de los programas políticos y noticieros televisivos pusieron al desnudo la mirada más reaccionaria de las clases medias hacia este movimiento autónomo, con prácticas de democracia directa y reactivo a las políticas clientelísticas que implementa tanto el Estado como los partidos políticos. No obstante, se podía esperar que los dirigentes del movimiento Piquetero que tienen prensa, se hicieran cargo de una responsabilidad fundamental: develar, ante una opinión pública que aún duda de quien es el enemigo, esta jugada del poder contra los desocupados y por ende contra todos!. No obstante, queda claro que dichos referentes del ala más institucionalizada del movimiento piquetero se han convertido en figuras prolijas y asimilables para ciertos sectores como es el caso de Luis D´Elía, titular de la Federación de Tierra y Vivienda y dirigente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Asimismo, fuerte opositor del Bloque Piquetero Nacional -de cuño de izquierda partidaria- en el cual la Aníbal Verón no lo integra por disidencias metodológicas y políticas. Luis D´Elía representa lo que el establisment quiere ver de este movimiento: inclinación al diálogo y a la negociación, con una postura no confrontativa y antidisturbio. Cultivar este perfil otorga beneficios: se calcula que D´Elìa maneja aproximadamente 60.000 Planes Trabajar, con todo lo que ello significa en acumulación de poder en una argentina arrasada por la pobreza y el hambre. Debido al tremendo peso de los desocupados en la luchas populares, fue concentrando un rol cada vez más protagónico en el interior de la CTA. Existe el riesgo de que la Central, que se inició como un intento de producir unidad en la diversidad y articulación en un gran movimiento social con diferentes sectores en lucha, se hunda en un clima de internismo que no refleje las prácticas políticas nacidas a partir de la revuelta del 19 y 20 de diciembre. Las declaraciones de D´Elía en torno a la sangrienta jornada escenificada en el Puente Pueyrredón fueron entre patéticas y poco afortunadas contra otro modo de resistir y enfrentar organizativamente el conflicto de la desocupación. Los medios de comunicación utilizaron la clásica muletilla de analizar los acontecimientos desde la violencia generada por los piqueteros de la Coordinadora Aníbal Verón y en cuestionar una puesta en escena de lo esperable. No obstante, son pocos los que replican ese mismo planteo frente a la reacción violenta y, desde ya, justificada de los colectivos de ahorristas que pierden su cordura de clase cuando implementan maratónicamente acciones directas contra las instalaciones bancarias. Incluso, estos modos irruptivos son vistos con buenos ojos ya que la estafa y la violación a la propiedad privada son argumentos que justifican dichas acciones virulentas . En otras palabras, la batería mediática de la teoría de los dos demonios aggionada a los nuevos tiempos, coincide con las últimas declaraciones de Luis D´Elía. Vale decir: no están dirigidas contra el movimiento de piqueteros en general sino contra la Coordinadora Aníbal Verón en particular, en tanto que la misma no se ajusta disciplinadamente a las reglas sistémicas e institucionales. Ahora, ya no son víctimas sino victimarios. Si no llevasen capuchas, piedras o palos para defenderse, si no saliesen a poner el cuerpo en un enfrentamiento de lucha desigual, serían ciudadanos pacíficos reclamando por sus derechos perdidos. La sola existencia del piquetero como figura real y simbólica más allá de su discurso y accionar, es violenta porque él es producto de la violencia del capitalismo, la violencia de la moneda y del trabajo alienado. Ante el asesinato despiadado de Maximiliano Costeki y Darío Santillán, sólo podemos decir: Seamos todos Darío y Maximiliano en el momento de su muerte. Sus muertes simbolizan nuestras muertes, físicas o virtuales. Seamos todos Piqueteros! Mabel Bellucci (bellucci@mail.retina.ar)
Ana Dinerstein (A.C.Dinerstein@bath.ac.uk)
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