Perú y su crisis institucional en año de elecciones
- Análisis
Las elecciones regionales y municipales en Perú se llevarán a cabo el domingo 7 de octubre de 2018. En ellas se elegirán gobernadores, vicegobernadores y consejeros regionales, así como alcaldes y regidores municipales para el período 2019-2022. Todas ellas se darán en un contexto de descontento ciudadano con sus instituciones, producto de los sucesivos escándalos de corrupción en los que están sumidos los tres poderes del Estado. Esto ha dado como resultado un electorado abúlico, que no confía en las instituciones ni en sus representantes. Luego de la renuncia de Pedro Kuczynski ante su supuesta vinculación con la constructora Odebrecht, el escándalo de los audios entre miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y miembros del Congreso terminó de mellar la imagen a los tres poderes.
La apatía no es un dato menor: en la última encuesta nacional urbano-rural de la consultora GFK, realizada para el diario La República, se extrae que el 73% de los encuestados tiene sospechas de corrupción de sus actuales autoridades municipales, frente a un 19% de ciudadanos que afirma no sentir desconfianza de su gestión local actual.
De acuerdo con los datos arrojados por la consultora, el máximo nivel de desconfianza se registró en el centro de Lima con un 84%, mientras que el porcentaje disminuyó hacia el Sur, alcanzando igualmente un elevado 60% desconfianza. Las cifras reflejan la visión que tienen los ciudadanos sobre la gestión en su distrito en los últimos años. El incumplimiento de las promesas electorales y el desinterés por la mejora de las condiciones de vida de su municipio, han decantado en que los residentes no estén conformes con los alcaldes que están actualmente en el cargo.
Otro aspecto destacable es la proliferación de candidaturas. En total, hay 88.221 candidatos nacionales inscriptos sobre 113.665 candidaturas presentadas; 6.558 candidatos regionales inscriptos sobre un total de 10.528 candidaturas presentadas; 16.249 candidatos municipales o provinciales sobre 21.717 presentados y 65.414 aspirantes municipales o distritales sobre 81.420 candidaturas presentadas ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)[2].
La Ciudad de Lima, tras dos mandatos consecutivos de Luis Castañeda Lossio y una reforma reciente que prohíbe la re-elección consecutiva de cargos municipales[3], registró el récord de candidatos inscriptos de los últimos 25 años. Mientras en 2018 fueron 21 los candidatos que inscribieron su candidatura[4], en 2014 fueron registradas 13 candidaturas, y 9 en el año 2010.
Este gran abanico de candidatos ha contribuido a la confusión, la cual se refleja en el poco conocimiento que tienen los limeños sobre los postulantes y sus programas electorales. El mencionado estudio de GFK revela que tan sólo el 57% de los encuestados afirma conocer o haber tenido acceso a información sobre las candidaturas, mientras que el 42% señala desconocer a los candidatos.
Este dato se refuerza ante la pregunta sobre el grado de conocimiento de los candidatos. El 65% revela que está poco/nada informado sobre los aspirantes y sólo el 33% de los entrevistados está algo/muy informado en relación a las candidaturas municipales en sus respectivos distritos.
Tal vez el dato más preocupante del resultado del sondeo sea el elevado grado de desinterés sobre los candidatos al cargo de alcalde municipal o regional. La encuestadora registra que el 56% de los participantes afirman encontrase “poco/nada interesado” por conocer el plan de trabajo de los candidatos, mientras que el 43% está “algo/muy interesado” en conocer más sobre ellos. De esta forma, la apatía es un sentimiento generalizado en más de la mitad del electorado, y la fragmentación y dispersión de opciones dificulta el acceso de información a quienes sí tienen interés en conocer las propuestas. En ambos casos, la situación retroalimenta un nivel bajo de representatividad de la clase política para con su electorado.